Siempre voy in extremis.
Es matemático, cuando hay algún concurso culinario, presento mi participación en el último momento.
Y es que este mes de abril, desde el perfil de Instagram de La Lechera nos han propuesto preparar una tarta de queso utilizando su leche condensada. Entre los participantes, sortearán cinco lotes de productos y una batidora de la marca Braun.
Como soy participativa por naturaleza (sobre todo, cuando se trata de pastelear) y me encantan los retos de crear nuevas recetas, no he podido dejar pasar la ocasión de presentar mi propuesta, a pesar de contar esta semana con una cantidad brutal de trabajo.
Mi cheesecake es ultra cremosa (que no cruda), suave y con un sabor espectacular. La he preparado combinando dos de mis sabores preferidos: el mango y el plátano. Un mix que siempre triunfa.
No lleva base, pero en su lugar he preparado un dulce topping, con una textura súper interesante: una mermelada de mango, endulzada con panela y texturizada con semillas de chía. Si aún no habéis probado a utilizar estas semillas en vuestras confituras caseras, ya estáis tardando. No aportan sabor, solo un puntito gelatinoso, que le va fenomenal.
Espero que os guste mi propuesta para este reto de La Lechera.
Cheesecake cremosa de plátano y mango, con leche condensada:
INGREDIENTES (para un molde de 15cm)
75g de plátano maduro (peso sin piel)
75g de mango maduro (peso sin piel)
220g de leche condensada La Lechera
250g de queso mascarpone
2 huevos
- Para el topping de mermelada de mango y chía:
1/2 mango maduro, pelado y cortado en daditos muy pequeños
40g de panela
40mL de agua
1 cucharadita de semillas de chía
PREPARACIÓN
- Para la cheesecake:
Precalentamos el horno a 160ºC. Engrasamos el molde y cubrimos su base con papel vegetal.
En primer lugar, trituramos el plátano junto con el mango hasta hacerlos puré.
Por otra parte, mezclamos el queso con la leche condensada y los huevos. Añadimos el puré anterior y volvemos a triturar hasta conseguir una mezcla homogénea.
Vertemos dentro del molde y horneamos 50-60minutos a 160ºC. Pasado este tiempo, dejamos 15 minutos más la tarta dentro del horno apagado y entreabierto.
Dejamos enfriar la cheesecake dentro del frigorífico toda una noche antes de desmoldarla.
- Para el topping:
Mientras la tarta se hornea, podemos ir preparando la cobertura de mango. Para ello, en un cazo mezclamos el mango en daditos junto con el agua y el azúcar. Calentamos a fuego medio/bajo durante unos 15 minutos o hasta que el agua se haya evaporado y la mezcla haya reducido y adquirido un tono dorado.
Trasladamos a un cuenco, dejamos atemperar y añadimos las semillas. Mezclamos muy bien y reservamos dentro de la nevera para usarla al día siguiente.
Cuando la tarta esté bien fría, la desmoldamos, la cubrimos con la mermelada de mango y chía y la decoramos con unas rodajitas de plátano y chocolate negro rallado.
Valores nutricionales por ración (salen 5):
Cal: 322Kcal
HC: 43g
P: 12g
G: 12g
Fibra: 1g