Conocer lo que fuimos, es necesario para comprender lo que somos.
Siento profundo interés y verdadera pasión por la cultura y la historia de mi tierra, por Málaga, por lo que una vez más no podía faltar a una cita ineludible para mí, el pasado día 8, una conferencia sobre el Patrimonio de Ardales y su nueva relación con el Museo de Málaga, los Dólmenes de Antequera y el Caminito del Rey”.
Una gran lección de historia y arqueología impartida por el coordinador de la Red del patrimonio natural e histórico de la Comarca del Guadalteba, Pedro Cantalejo Duarte.
No podía, ni quería faltar, no sólo por la relación familiar que nos une, sino por la admiración que siento hacia la gran labor que realiza como historiador, arqueólogo, escritor y divulgador apasionado de los orígenes y de la historia malagueña.
ablar de la comarca de Guadalteba es hablar de la prehistoriay para descubrirla ningún sitio mejor que en el Museo de la Prehistoria de Guadalteba en Ardales.
Un Museomoderno, colorido y funcional que consta de dos plantas, en ellas el discurso cronológico discurre desde el Paleolítico –en la planta baja–, hasta el Neolítico y la Edad del Bronce –en la planta superior
En sus vitrinas se exponen numerosas piezas, reproducciones de armas, osamentas, útiles de trabajo y aseo, una colección muy completa, indicándose los periodos históricos a los que corresponden todas ellas y se plasma la evolución de los homínidos que poblaron estas tierras, desde los neandertales hasta los homo sapiens.
Más de 25.000 años antes de Cristo, desde las primeras pinturas de la Cueva de Doña Trinidad Grund (conocida popularmente como Cueva de Ardales) hasta la actualidad. Un viaje que serpenteará entre el discurrir del tiempo, llevándonos a un buen puñado de importantes episodios de la historia y prehistoria malagueña.
Allí descubrí ya hace años que habas, guisantes e incluso pan alimentaron hace 7.000 años a los primeros malagueños.
Existen estudios y análisis que ratifican el uso de las tierras de Guadalteba por parte de varias tribus asentadas en la zona desde finales del Paleolítico que incorporaron, hace más de siete mil años, a su dieta de cazadores y recolectores, numerosos vegetales domésticos, tanto cereales como leguminosas.
Los estudios han arrojado dos fechas que acotan la antigüedad de la cosecha recogida y guardada por los primeros campesinos de la comarca del Guadalteba en el yacimiento situado en el Cerro de la Higuera: entre 5009 y 4942 años antes de Cristo, con una fiabilidad del 95% de probabilidad.
La aparición de vegetales fósiles carbonizados es muy poco frecuente y de estos dependen, gracias a la aplicación de nuevas tecnologías, análisis e investigaciones complementarias a la arqueología, el conocimiento de los modos de vida y trabajo reales de los antepasados.
Se ha demostrado la presencia abundante de vegetales cultivados como la cebada desnuda, los guisantes, las habas, yeros, almorta y los guisantesentre otros.
El hombre, se dedicó a buscar y conseguir alimentos que fueran comestibles y después, de esto, a crear productos comestibles. Este es el origen esencial de la agricultura, los primeros seres humanos ya no tenían que desplazarse buscando alimentos, sino que podían producirlos ellos mismos.
¿Se imaginan ustedes a los agricultores del Neolítico comiendo pan, queso, habas, guisantes y leche y, más allá, bebiendo cerveza? Puede parecer descabellado, pero la incredulidad deja paso a la sorpresa y a lo que es una realidad.
Más allá de las rutinas alimentarias, los moradores de la zona cazaban todo tipo de animales, pescaban en los ríos y en el rebalaje de la playa, comían marisco y recolectaban frutas, vegetales y miel... Siete mil años después, la cosa no ha cambiado tanto. Es cierto, somos los mismos, malagueños con prácticamente la misma materia prima para cocinar, como hoy en mi cocina, preparo chicharos frescos.
Hay quien tiene la imagen, en cuanto a gastronomía malagueña se refiere, que los platos típicos de nuestra tierra son los productos de la mar, que la alimentación de los malagueños prácticamente es a base de “pescaitos”; pero, los que así piensan es que no conoce nuestra riqueza del interior, los productos de la tierra, máxime que según dicen los entendidos, el descubrimiento de la agricultura en plena revolución del Neolítico, el gran paso del hombre de ser nómada a sedentario y a labrar la tierra, llegó a Europa a través de lo que hoy se conoce por Andalucía.
Y concretamente en Málaga, gracias a ése gran descubrimiento en un yacimiento del Neolítico ubicado entre Teba y Ardales de muestras de vegetales domésticos carbonizados como los guisantes, la cebada o las habas, puso fin a las dudas sobre el origen de la agricultura, no podría ser otro lugar, mi Málaga. Ésta tierra que algunos consideramos “El Paraiso”.
La cocina para mi también es historia, es tradición, es el arte de lo sencillo, de aquella gastronomía que me enseñaron mis mayores, mis padres, mis abuelos, mis suegros y a ellos los suyos, generación tras generación. Cocineros mágicos y llenos de amor, que han ido heredando el respeto por los productos de la tierra, de la mar, autóctonos, por los ingredientes frescos, por el sabor y los aromas de la gastronomía de nuestros ancestros.
Bien es cierto que con el paso del tiempo, con mis viajes, mis vivencias y experiencia he ido evolucionando y experimentando sabores del mundo, sobre todo los orientales, que algunas veces se mezclan con los de mi querida Málaga, logrando que “Mi Cocina” sea vibrante, divertida y novedosa..pero siempre, respetando las raíces y tradiciones malagueñas.
Hace unos días, en las redes sociales, una seguidora me comentaba como su abuela, que era de Córdoba, preparaba ésta receta: chicharos con salsa de almendras. Me decía no sé si es de Málaga o de Córdoba, porque la hacían mis mayores; y yo me pregunto ¿Hace miles de años, nuestros ancestros, nuestros más lejanos antepasados conocían fronteras entre ambas provincias? A ella, a Mari Pepi, a su abuela, a nuestras abuelas, va dedicada la receta de hoy.
¿Cómo la hice?
Ingredientes para una persona:
150 grms. de guisantes naturales (una vez desgranados), 20 almendras, dos dientes de ajo, un trozo de pan, un huevo, sal, medio vaso pequeño de aceite, medio vaso pequeño de agua y otro de vino blanco.
Los pasos a seguir:
Desgranar los guisantes y en una cacerolita con agua ligeramente salada cocerlos durante cinco minutos, escurrirlos y pasarlos por agua fría a fin de cortar la cocción y que no pierdan color. (Si algunos se han pelado, retirar la piel).
Pelar y trocear los ajos.
Mientras poner una sartén con aceite en el fuego y freir en ella las almendras, los ajos y el trozo de pan,
con cuidado de que no se quemen (sólo tienen que estar dorados, ya que si se queman amargaría la salsa).
En un vaso de batidora, echar las almendras, los ajos, el pan y el aceite.
Agregar el agua y el vino y pasarlos de forma que quede una salsa lo más fina posible.
Echar la salsa de almendras en una sartén, salar al gusto, remover y llevar a ebullición dejando consumir uno o dos minutos. A fuego lento.
Escurrir los guisantes e incorporarlos a la salsa.
Añadir el huevo en el centro, dejando que se cuaje a fuego lento
y que la salsa tenga la consistencia deseada.
Retirar del fuego y emplatar.
Servir caliente.
Buen fin de semana y recuerden mi consejo: Disfruten de Málaga, de sus paisajes, de su cultura, de su Sol, de la mar; pero no dejen de visitar sus Museos, sorprenderse de su historia, de sus paisajes..como los que pueden disfrutar en “El Caminito del Rey” (Y qué mejor que guiados de la mano de una empresa experta y profesional comprometida con el patrimonio malagueño: Ardalestur.
Para conocer y saber un poco más de éste impresionante lugar de Málaga, mundialmente famoso, indispensable leer la "Guía para visitantes del Desfiladero de los Gaitanes y Caminito del Rey (El Chorro)" presentada y publicada en éste pasado mes de Febrero, que nos adentra en el recorrido del enclave par que todas las personas que lo visiten conozcan los principales hitos, como los senderos de aproximación desde la presa de El Chorro y el primer cañón de Gaitanejo, entre otros.
Redescubrir los parajes del Caminito del Rey y el Desfiladero de los Gaitanes es uno de los propósitos de este libro escrito y creado por Pedro Cantalejo y editado por ArdalesTur Ediciones, con la colaboración de la Diputación de Málaga, que recoge del mismo modo la vida de los personajes protagonistas del recorrido del enclave.
Y cuenta con un tono didáctico y comprensible para la ciudadanía e incluye toda la información necesaria para convertir a la guía en un documento útil, incluso para especialistas; 128 páginas donde se detalla la historia de éste maravilloso enclave y al mismo tiempo, descubriendo los bellos parajes, los recursos naturales, la geología, así como la flora y la fauna son los grandes temas sobre los que versa la "Guía para visitantes del Desfiladero de los Gaitanes y Caminito del Rey (El Chorro).
Todo aquello que se queda en el recuerdo, nutre y fortalece el presente y cada sentimiento acompañará en silencio al tiempo.