Ya había realizado las tortitas de los wraps en plan casero y la verdad que normalmente siempre las acabo comprando porque es más cómodo que ponerte al lío en la cocina. Pero la verdad que es solamente cuestión de pereza, porque no tienen apenas ingredientes y se hacen bastante fáciles.
Este mes para el Desafío en la cocina he andado un poco justa, y es que el tiempo se me ha echado encima y casi no llego. Aunque os admito que me encanta hacer este tipo de recetas sobre todo para las cenas de los fines de semana así que ha sido más una cuestión de no saber ni en el día que estaba
Para realizar las tortas caseras, solamente necesitamos 100 gramos de harina de trigo de todo uso, con 50 mililitros de agua templada y una pizca de sal. Amasamos todo conjuntamente y hacemos dos bolitas con la masa resultante que estiraremos con ayuda de un rodillo y harina para evitar que se pegue, hasta que quede de forma redonda típica de los wraps y muy muy finitas. Las depositaremos encima de una sartén sin nada de aceite y que esté muy caliente teniendo cuidado de darles la vuelta cuando empiecen a hacer las típicas burbujas.
De relleno yo utilicé unas tiras de pollo salpimentadas junto con espinacas que salteé cuando el pollo estaba cocinado. Esta mezcla la introduje dentro de las tortitas todavía calientes para poder manipularlas antes de que se enfríen porque si es así, resultan muy difíciles de darles forma. Agregué además dentro de la mezcla de pollo y espinacas, unos cubitos de queso mozzarella. Por último, una vez realizados los wraps, pasé por una sartén con hendiduras también muy caliente para que queden esas marcas tan bonitas.
Por último os quiero aconsejar que la masa de los wraps, una vez estirada la depositaste encima de un paño un poco húmedo y que la tapéis igualmente, mientras hacéis la segunda tortita para que no se seque y podáis manipularlas hasta el momento de cocinarlas