Me ha hecho recordar mi primer día de clase cuando era pequeña. No sé vosotros, pero yo lo hacía con mucha ilusión. Recuerdo que días antes mi madre me probaba el uniforme que no me gustaba nada, íbamos a una zapatería, donde el dependiente sacaba un montón de cajas de zapatos de colegial, asegurando que eran irrompibles.
Mi padre traía los libros nuevos y se forraban; me encantaba el olor a nuevo, los lápices de colores de mi nuevo estuche de dos pisos con cremallera, la maleta para meterlo todo no podía faltar, de medidas descomunales, que había que llevar al hombro o cogidas por el asa. Mis nuevos cuadernos, el bloc de anillas en los que estaba deseando escribir ...
Y cuando llegaba el primer día , entraba siempre pensando en quién sería "la señorita " que me iba a tocar, quién sería mi compañera de sitio, en qué clase estaría...
Y de regreso a casa, la hora del almuerzo era un no parar de contar las mil novedades que tenía.
Seguro que vosotros también tenéis mil anécdotas que siguen en vuestro recuerdo, mejores o peores, pero también inolvidables.
Ahora voy con la receta que nos servirá como entrante, aperitivo o para la cena.
¡ Feliz fin de semana !
INGREDIENTES
No doy cantidades porque dependerá del número de comensales.
Patatas
chipirones
un buen manojo de perejil fresco
4 dientes de ajo
sal en escamas
aceite de oliva
agua
sal
PREPARACIÓN
Ponemos agua con sal en una cacerola y cuando comience a hervir echamos las patatas con piel.
Cuando estén tiernas, las sacamos y esperamos a que se enfríen para quitarles la piel. Reserva.
Pon en el vaso de la Thermomix los dientes de ajo pelados y el perejil- Pica durante 5 segundos, velocidad 5. Saca del vaso a un cuenco y cubre de aceite de oliva. Reserva. Si lo haces con antelación, unas horas antes, el aceite tendrá más sabor.
Lava y limpia los chipirones, quitando la piel y los tentáculos. Limpia también por dentro.
Pon a calentar la plancha de asar pintándola con un poco de aceite. Ve asando los chipirones en ella.
Corta las patatas en rodajas, coloca un chipirón encima de cada una de ellas, rocía con una cucharada de la salsa y pon un poco de sal en escamas por encima.
Fuente: este post proviene de Que no te falte un perejil, donde puedes consultar el contenido original.
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