No se si alguna vez habéis probado los chorizos vegetales. ¿Os gustan?
Creo que no hay dos iguales. Se hacen con soja o derivados, con alguna verdura que pueda imitar la textura, con legumbres y sobretodo con pimentón: dulce, ahumado, picante... Pero su sabor siempre es diferente de una marca a otra.
Yo he probado varias marcas comerciales, algunas buenísimas y muy muy buenas imitaciones y otras que tienen un color 10 pero sabor parece que comas una papilla densa de harina.
Ni recuerdo ni cómo di por casualidad con esta receta en la página de Vegaffinity y aprovechando que tenía la soja texturizada me aventuré.
Tengo que decir que una vez probé con una morcilla de alubias negras de esas que corren online y no me gustó tanto. Textura y sabor como de hummus sólido, sin más. Andaba bien lejos de la morcilla de sangre de toda la vida. Por eso tampoco tenía mucha fe.
Pues me ha dejado flipando. No hay más que ver esa textura en las fotos para ver como da en el clavo. Además es bajo en grasa y alto en proteína, lo que lo hace un chorizo sanísimo. ¡¿Qué más podemos pedir?!, ¿no creéis?
Bueno si, podemos pedir que sea rápido. Pues este se hace en 5 minutos y luego un tiempo de cocción de 30. Y ya está!
Es una receta fantástica que automáticamente pasa a ser de mis favoritas de las imitaciones veganas.
Ingredientes: (para 2 chorizos pequeños)
40 gr. de soja texturizada fina
150 ml. de agua
4 cditas. de AOVE
2 cda. de harina de trigo
2 cda. de pan rallado
1 cdita. de cebolla en polvo
1 cdita. de ajo en polvo
1 cdita. de orégano seco
1 cdita. de sal
4 cditas de pimentón (1 o 2 pueden ser de pimentón picante)
2 cdas. de salsa de soja líquida
Preparación:
Mezclamos en un bol la soja con el ajo, la cebolla, el orégano, la sal, y el pimentón. Añadir el agua calentada en el microondas (la soja se hidrata más rápido).
Al cabo de unos minutos, añadimos la harina, el pan rallado, el aceite y la salsa de soja. Mezclamos y debe quedar una masa densa y pegajosa pero se puede manipular con las manos. Si es demasiado viscosa podéis añadir más harina.
Separamos la masa en dos y la enrollamos con papel film dándole la forma y el grosor de un chorizo. Cerramos bien los extremos a modo de caramelo y luego con gomas elásticas.
No hay que apretar al máximo porque petaría durante la cocción, vale más dejar un poco de espacio.
Hervimos o cocinamos al vapor durante 30 minutos, girándolo a los 15 si es al vapor.
Lo dejamos enfriar y lo desenrollamos. Se puede congelar una vez cocido.
En el momento de usarlo basta con darle unas vueltas en una sartén, entero o en rodajas, o comerlo sin calentarlo si os gusta más, o incluso se puede freír, usar para un potaje de lentejas...
Si lo vais a preparar os recomiendo que uséis un pimentón de buena calidad (si es ahumado mejor), porque es lo que le da todo el sabor a chorizo.
¡Os aseguro que es sorprendente! Incluso mi hermano y mi madre que no les gustan estas imitaciones veganas lo han probado y también les ha sorprendido.
Imaginaros a mi, que hacía tiempo que no comía chorizo...
Y vosotros, ¿tenéis alguna receta de imitación favorita?