¡Uhmmm, qué recuerdos! Esta tarta me vuelve a mi infancia, a la cocina de mi madre viéndola preparar un estupendo clafoutis y yo ayudándola lavando las cerezas y repartiéndolas en el fondo del molde. Me encantan los crêpes y para mi el clafoutis era una “crêpe grande” rectangular rellena de suculentas cerezas.
Mi madre no les quitaba el hueso a las cerezas – yo sí lo hago- y aunque la tarta era más incómoda de comer, es verdad que así enteras, les daba un sabor especial a la tarta. Yo siempre se las quito por precaución con los niños para que no se traguen los huesesillos.
Esta tarta es originaria de la región francesa de Lemosín . Región muy conocida por su famoso ganado y por su capital “Limoges”- mundialmente famosa por su porcelana.
Esta tarta también puede elaborarse con peras , manzanas, ciruelas, arándanos aunque es más conocida con cerezas. Realmente la palabra clafoutis proviene del verbo “clafir” que significa rellenar ( en este caso la masa con cerezas).
Aunque la receta original no lleva almendra pero sí mantequilla, a mí me encanta sustituir esta última por un poco de almendra molida. Le da un toque especial y sustituyo el ingrediente graso por uno más sano- la almendra.
Ingredientes para un molde de 18 x 26 cm :
-3 huevos
-100 gramos de azúcar
-80 gramos de harina de repostería
-50 gramos de almendra molida
-400 gramos de cerezas deshuesadas
-250 ml de leche
Muy , muy fácil de hacer. Solo nos llevará 5 minutos quitarles el hueso a las cerezas pero si lo queréis se lo podéis dejar, os saldrá una tarta igual de rica jaja.
Mezclamos bien los huevos enteros con el azúcar e incorporamos la almendra molida y la harina de repostería. Seguimos batiendo y vertemos la leche.
Os quedará una masa muy líquida (parecida a los crêpes).
Truco: si no tenéis harina de repostería, podéis utilizar harina normal sustituyendo una cucharada de harina normal por una de maicena.
Colocamos en el fondo del molde las cerezas y vertemos encima la masa líquida.
Truco: suelo forrar el molde con papel de horno por comodidad. Sino, engrasarlo bien con un poco de aceite o mantequilla y espolvoreado de harina.
Llevamos al horno precalentado a 175 grados durante unos 40 minutos.
Una vez fría espolvoreamos la tarta con un poco de azúcar glas y ¡¡a disfrutar!!
Bon appétit Mama
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