En verano, los cerezos que tenemos en la aldea se cargan de ellas, una cosecha tan esplendorosa como efímera, pues ya se sabe que maduran casi todas a un tiempo y son más bien perecederas en cuanto a conservación. Hay que disfrutarlas mientras las hay. Pajarillos y humanos damos buena cuenta de ellas, ellos se adueñan de las que crecen en las ramas más altas y nosotros aprovechamos básicamente las que nos dejan, jejeje
Así lucían hace unas semanas cuando empezaban a madurar
La receta que os traigo hoy es de origen francés. Fácil, deliciosa y perfecta para emplear una buena cantidad de nuestro “excedente” de cerezas. Estos son los ingredientes que necesitaréis para preparar un sabroso clafoutis :
500 g de cerezas maduras
75 g de harina de trigo
100 g de azúcar
3 huevos enteros y la yema de otro
150 ml de leche
Una cucharadita de esencia de vainilla
Un puñado de avellanas (unos 50 g, también podéis emplear almendras o nueces)
Mantequilla para engrasar el molde
El procedimiento no puede ser más sencillo. Lo primero que vamos a hacer es deshuesar las cerezas (en la receta original van enteras, pero a mí lo de encontrar el hueso no me convence, le tengo demasiado aprecio a mis dientes, jejeje), yo no tengo deshuesador de cerezas, así que uso el truco de la botella y el palillo chino. Picamos las avellanas, y a continuación vamos a mezclar con batidora todos los ingredientes, excepto las cerezas, en un bol amplio.
Untamos el molde que vayamos a emplear con mantequilla y espolvoreamos ligeramente con harina. Repartimos por la base las cerezas y cubrimos con la mezcla anterior.
Y ya sólo tendremos que hornear a 180º (calor arriba y abajo) durante 25/30 minutos. Para saber que está listo probad a pincharlo en el centro con un palillo, si sale limpio ya podremos sacarlo del horno.
Et voilá! ¡rico, rico, rico!
“Clafoutis de cerezas” también está disponible en audio, en iVoox
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