En la Costa del Sol malagueña, disfrutamos de un privilegiado clima subtropical, con más de 300 días de sol al año y una temperatura media anual de 20º C, lo que propició a la comarca de La Axarquia ser pionera en cultivos de frutas tropicales como chirimoyas, mangos, papayas y aguacates.
El aguacate fue introducido en España en 1600; las primeras referencias que se tienen de éste fruto en Málaga nos llevan hasta el año 1789, cuando el clérigo Don Cecilio Garcia de la Leña, presbitero de Málaga, escribió “Conversaciones Históricas Malagueñas” donde decía: “pués el aguacate es un árbol traido de América, que produce una fruta mayor que las peras más grande y de su misma figura......críase en huerta del Excmo.Marqués de Sonora, partido de Almayate, hacia Vélez Málaga”
Este delicioso fruto es conocido por el hombre desde hace milenios, la evidencia más antigua de su consumo, data de hace unos 8000 años, encontradas en una cueva en Coaxcatlán, Puebla (México), se le llamaba “ahuacatl” en la lengua nahuatl (lengua de los antiguos mexicanos), más tarde y antes del descubrimiento de América ya se cultivaba en el Imperio Inca, con el nombre quechua de “palta”.
Es el principal ingrediente y la base de uno de los platos más significativos mejicanos: el guacamole o guacamol como se denomina en Centroamérica y en Cuba; un delicioso “puré” de origen azteca, de hecho guacamole proviene de las palabras “ahuacatl” que designa al aguacate y de “molli” que hace referencia al mole o salsa.
En la receta mejicana original el guacamole se prepara con aguacates machacados, zumo de limón, tomate en trocitos, chile, cebolla y cilantro.
Sin duda su extraordinario sabor, su bellísimo color, su peculiar consistencia y su asombrosa versatilidad culinaria, propicia para que pueda ser saboreado de la forma más sencilla y simple, salándolo simplemente o combinándolo con otros ingredientes.
En ésta ocasión he preparado un puré y lo he acompañado con salmón ahumado.
¿Como lo hice?
Picar salmón ahumado y un trocito de cebolla blanca y reservar.
Preparar el puré, en el vaso de la batidora poner el aguacate troceado, un poquito de cebolla blanca, un pelín de pimienta negra recién molida, el zumo de medio limón, un chorreón de aceite de oliva virgen extra (he usado de Periana, malagueño) y sal al gusto.
Emplatar el puré y colocar el salmón encima, mezclado con la cebolla.
Adornar con pepinillo en vinagre y con huevas de trucha.
Aconsejo preparar el puré en el momento de consumirlo, ya que el aguacate tiene una enzima que al contacto con el oxigeno se oxida rápidamente provocando que se vuelva marrón y pierda toda la gracia de su color original.
¡¡ Buen provecho !!