Vais a pensar que dónde voy con estos platos con el calor que hace. Pero es que yo tengo un problema que a veces tienen que sufrir los que conviven conmigo: me gusta un plato de crema o sopa caliente incluso en pleno agosto.
Así que aprovechando que tenía unos champiñones bien ricos en la nevera, comparto con vosotros una de mis versiones de la crema de champiñones.
Es muy sencillita, ligera y se hace en unos 15 minutos. ¿Para qué queremos más?
Os paso los ingredientes para 3 raciones:
- 250 gr de champiñones frescos
- 500 ml de caldo de pollo
- 250 ml de leche de soja (o de vaca, no importa)
- 20 gr de maizena
- 1 diente de ajo grande
- 1 chorro de salsa de soja
- 1 pizca de sal
- pimienta de colores recién molida
- 1 cucharada de aceite de oliva
Preparación:
Lo primero es pelar el diente de ajo y aplastarlo y lo llevamos al fuego en un cazo junto con la cucharada de aceite.
Limpiamos bien y troceamos los champiñones y los añadimos al cazo cuando el ajo empiece a dorarse. Removemos y los dejamos dorarse un poco y entonces le añadimos el caldo de pollo y un chorrito de salsa de soja. Lo dejamos que llegue a ebullición y lo mantenemos unos pocos minutos para que se hagan los champiñones (aunque yo los dejo muy poco, no me gustan demasiado hechos).
Preparamos la batidora de brazo, apartamos el cazo del fuego y trituramos todo bien hasta que sea todo de una textura fina.
A continuación disolvemos la maizena en la leche de soja, la añadimos al cazo y lo llevamos al fuego, mezclando bien con un batidor de varillas, hasta que empiece a hervir de nuevo y espese un poco. Entonces rectificaremos de sal, pimienta y salsa de soja y apagamos el fuego.
Fácil, ¿no? Y rica. Tiene un sabor a champiñones frescos que me encanta y el toque de la salsa de soja creo que le va de maravilla.
¡Que aproveche!