Lo sé, lo pinto taaaaan bonito, que no cabéis en vosotros mismos de gozo navideño. Lo sé, lo sé. Es que me encanta incentivar el espíritu navideño, no puedo evitarlo.
Esas reuniones familiares, en las que reúno a todas las viborillas, a esas que controlo a látigo el resto del año, en la misma habitación, para ver si tienen venenos compatibles. Comidas dignas de las cortes neronianas, de esas que exigen antiácido, infusión, y licor digestivo. Aderezadas, por supuesto, de la siempre anhelada compañía de las cuñadas, la suegra y las primas de Cercedilla. ¿No lo estáis deseando? Sí, sí, puedo ver vuestros ojitos brillar de emoción...
Lo mejor, los regalos. Esas toallas de algodón portuguesas, esos fulares de colores llamativo, esas blusas de la talla de tu cuñada pero que por algún extraño motivo tienen tu nombre en el paquete... Codiciados bienes, sin los que no podrías prescindir... Y sobre todo, no podrías prescindir, y no te atrevas a negarlo, sin haber comprado esa lista interminable de pequeños, delicados y, sobre todo, carísimos detalles, escogidos con el extremado buen gusto que a ti y a mí nos caracteriza... Ya estoy viendo venir la cuesta de enero, me voy a tomar otro chupito de licor digestivo...
Lo sé. Estamos a mediados de noviembre y os he puesto los dientes largos con la Navidad. No quiero que os coja desprevenidos. Huid mientras podáis.
Y si no podéis huir, os recomiendo que para el primer plato, ya sea en Nochebuena o en Navidad, sirváis una rica cremita de verduras, que no sólo es baratita y muy apañada para dar de comer a un montón de bocas, sino que además ¡¡¡es pre-cio-sa!!!
Una crema de zanahoria para los más exigentes paladares, con ese toque de las especias que nos transporta al Lejano Oriente y con el toque final de la granada ¡es lo más! El ácido de la granada contrasta de forma espectacular con la crema, que al ser de zanahoria resulta dulcita... Y si en Navidad os escaqueáis, pues ea para otro día cualquiera, porque vosotros y vosotras, lo valéis.
Crema especiada de zanahoria y granada
Ingredientes:
75 g de cebolla.
1 diente de ajo.
45 g de tomate (yo uso la salsa de tomate que siempre tengo congelada).
200 g de zanahoria.
75 g de patata.
1/4 de cucharadita de cúrcuma.
1/4 de cucharadita de jengibre molido.
1/4 de cucharadita de pimentón dulce.
1/4 de cucharadita de canela molida.
una pizquita de cayena molida (opcional, si os gusta el picante).
150 g de leche de coco.
600 ml de caldo de ave o vegetal.
aceite de oliva.
sal.
Para servir:
1/2 granada.
perejil picado.
Preparación:1. En una cazuela con aceite de oliva, sofreír la cebolla y el ajo picados junto con la zanahoria en rodajas durante unos 10 minutos.
2. Añadir la salsa de tomate, o un poco de tomate triturado, las patatas en trozos, las especias, la leche de coco y el caldo. Dejar hervir a fuego lento unos 20-25 minutos.
3. Triturar. Rectificar el punto de sal si fuese necesario. Servir bien caliente, espolvoreada con un poco de perejil picado, y con la media granada desgranada en un cuenco aparte, para que cada comensal la añada al gusto.
NOTA DE LA BLOGUERA:
Estas cremitas yo, siempre las hago en la thermomix, quedan de fábula y sin manchar nadita. Por si queréis hacerla en la thermomix también vosotros, os dejo las indicaciones:
*Ponemos en el vaso el ajo, la cebolla y la zanahoria, trituramos 5 segundos velocidad 5. Añadimos un chorrito de aceite y programamos 10 minutos, temperatura Varoma, velocidad 1.
*Añadimos el tomate, las patatas, las especias, la leche de coco y el caldo. Programamos 25 minutos, 100º, giro a la izquierda, velocidad cuchara.
*Trituramos un minuto, velocidad máxima.
*Probamos y rectificamos de sal si fuese necesario, y servimos.