Ingredientes:
- 75 gramos de chorizo.
- 50 gramos de queso rallado.
- 2 vasos de leche.
- 2 cucharadas soperas de harina.
- Aceite de oliva virgen extra.
- Pan rallado.
- 2 huevos.
- Sal.
Elaboración:
Lo primero que hacemos es quitarle la tripa al chorizo y desmenuzarla, también podemos comprar picadillo y así saltaros este paso. Podéis usar el chorizo que más os guste en este caso ha sido chistorra. Echáis un poco de aceite en la sartén y freís un poco del chorizo para que esté cocinado antes de añadirlo a la bechamel.
En otra sartén o en la misma, pero sin el aceite del chorizo, ya que si no las croquetas quedarían con demasiada grasa, echamos otro chorro de aceite y la harina y la cocinamos, luego poco a poco vamos añadiendo la leche, cuando ya tenemos algo espesa la bechamel le añadimos el queso rallado y la sal y continuamos dándole vueltas. Cuando la bechamel está casi cocinada, es decir, comienza a despegarse de las paredes de la sartén le añadimos el chorizo y continuamos dándole vueltas.
Una vez que está la bechamel lista la dejamos enfriar, una vez que han pasado un par de horas y está la bechamel fría, la pasamos por pan rallado, huevo y otra vez por pan rallado y las ponemos a freír en la freidora o en una sartén con suficiente aceite para que las cubra durante cinco minutos o hasta que veamos que están doraditas. El aceite tiene que estar fuerte para que se hagan tanto por fuera como por dentro. Si no queréis consumirlas en el momento también las podéis congelar que siempre está bien tener unas croqueta caseras en el congelador por si vienen invitados inesperados. Lógicamente las congeláis sin cocinar y luego sólo hace falta freírlas y ya están listas para comer.
Tiempo de preparación: 40 minutos (sin contar reposo).
Gasto: 2 euros.
Raciones: 12 croquetas (depende del tamaño).
Dificultad: Media.