Una verdadera exquisitez que podemos preparar con tiempo y congelar, así el día que las necesitemos sólo tenemos que freírlas en abundante aceite caliente y quedarán listas para disfrutarlas.
Este plato también podéis hacerlo con langostinos, si no encontráis las gambas o están muy caras, y queda realmente delicioso.
Ingredientes:
24 gambas
250 ml de caldo de pescado
50 gr de vino blanco
25 gr de tomate frito
1 litro de leche
1 cebolla mediana
100 ml de nata (crema de leche)
70 gr de mantequilla
100 gr de harina (5 cucharadas)
aceite virgen extra
Preparación:
Primeramente pelamos las gambas y las reservamos en la nevera. Salteamos a fuego vivo las cabezas y las cáscaras de las gambas, añadimos el vino blanco y dejamos evaporar el alcohol. Seguidamente le agregamos el tomate frito y por último el caldo de pescado. Hervimos hasta que se reduzca bastante, colamos y reservamos.
Pochamos la cebolla muy picadita con la mantequilla, cuando esté pochada añadimos la harina, mezclamos bien y vamos añadiendo poco a poco la leche y la nata (crema de leche) y removemos sin parar hasta que espese, dejamos que cueza, sin parar de remover, durante unos 10 minutos.
Rescatamos las gambas de la nevera, salpimentamos y freímos en la sartén unos minutos. En cuanto hayan enfriado las picamos con un cuchillo en trocitos pequeños.
Una vez pasado este tiempo, agregamos las gambas picaditas, mezclamos bien, para que queden integradas en la masa y añadimos el caldo de gambas, dejamos que hierva durante unos 10 minutos más, sin parar de remover. Una vez que enfríe dejamos reposar unas 3-4 horas en una fuente en la nevera.
Después de pasado este tiempo pasamos nuestras croquetas por harina, huevo y pan rallado y les damos la forma que más nos guste: alargadas o redondas.
Una vez boleadas, no muy grandes, las freímos en una sartén con abundante aceite y escurrimos en papel de cocina.
Cuando se trata de croquetas, yo siempre las congelo, una vez que les doy forma y las paso por la harina, huevo y pan rallado. Así cuando las necesite ya las tengo preparadas y sólo me queda freírlas.