Sí, hoy, en este pequeño rincón os queremos presentar una receta con un claro aroma a la cocina gallega, aunque enfocada a lo que todos conocemos como “cocina de aprovechamiento”, es decir, usaremos como ingrediente principal, recortes o partes de un ingrediente que tenemos de elaboraciones previas, en este caso, “pulpo a feira”.
Pero, ¿cómo aplicaremos esta “cocina de aprovechamiento”? Pues, creando una nueva versión del plato de aprovechamiento por excelencia, unas croquetas, concretamente unas deliciosas “croquetas de pulpo”.
Para hacer un par de docenas de nuestras “croquetas de pulpo” necesitaremos los siguientes ingredientes:
180 g de pulpo a feira (u otra versión que os haya sobrado)
80 g de harina
200 ml de agua de cocción del pulpo (u otro caldo)
180 ml de leche
50 g de cebolla
50 ml de aceite
Sal
2 huevos
Pan rallado (o panko si lo preferís)
¿Cómo empezaremos? Pues preparando el pulpo, nosotros os recomendamos ponerlo en la picadora y dejando como si fuera una masa (si os gusta que se noten los trozos, lo cortáis con un cuchillo, al gusto).
A continuación, picaréis bien fina la cebolla y la pondréis en una fuente al fuego con un buen chorrito de aceite y dejareis pochar. Cuando haya cristalizado la cebolla, añadiréis la harina y la tostaréis para evitar el sabor a crudo. Una vez la tengáis tostada, añadiréis tanto el agua de cocción del pulpo como la leche y mezclaréis bien para evitar grumos.
Cuando lo tengáis todo integrado, añadiréis el pulpo y mezclaréis hasta que consigáis una especie de crema homogénea (si es necesario añadir leche, hacedlo poco a poco). Cuando tengáis la crema, la extenderéis en una fuente, la filmareis y la dejareis reposar en la nevera. Nosotros os recomendamos de un día por otro, pero si os urge, podéis usar la masa pasada, como mínimo, una hora.
Llegados a este punto, queda lo más divertido, dar la forma a las croquetas. Para ello, prepararemos un recipiente con pan rallado y otro con dos huevos bien batidos. Con esto a punto, iréis cogiendo la masa y haciendo bolas, las pasaremos por pan rallado, después las bañaremos en huevo y volveremos a pasar por pan dándoles la forma que más nos guste, y así, hasta acabar con la masa.
Finalmente, procederemos a freírlas, para ello, pondréis una calentar una cantidad generosa de aceite, cuando esté caliente (a unos 170 grados más o menos), iréis poniendo las croquetas para dorarlas al gusto.
Y para acabar, como es lógico, toda disfrutarlas:
Ración de croquetas de pulpo
Detalle de una deliciosa croqueta de pulpo
¿Os apetecen? Están de vicio.
¡Buen provecho!