Aunque muchos piensan que es un plato tradicional de la gastronomía española, en realidad su origen es francés. Se cree que fue Luis Véchameil, cocinero del rey Luis XIV, quien creó "Croquette à la royele".
Tradicionalmente en España se ha elaborado con las sobras de otras recetas aprovechando ingredientes que de otra manera no se utilizarían. Como digo siempre, hay recetas de aprovechamiento que nos pueden sorprender por su sabor.
Nos vamos a unir a esta celebración elaborando unas croquetas de zanahorias y para ello, nos vamos a basar en la receta que viene en el libro "Sin dientes y a bocados" de Juan Llorca en colaboración con Melisa Gómez y de la editorial Vergara. En este libro, el chef responsable de alimentación en Valencia Montessori School y la dietista-nutricionista especializada en pediatría ofrecen recetas sencillas y consejos prácticos para apoyar a las familias que buscan dar una alimentación saludable a sus pequeños desde los primeros meses.
Los ingredientes que vamos a necesitar son:
400 g de zanahorias
2 huevos
100 g de queso semicurado bajo en sal
70 g de pan rallado
1 pizca de cúrcuma
aove (opcional)
Preparación:
Cortamos la zanahoria en trozos grandes y la introducimos en un vaso de un procesador de alimentos. Añadimos los huevos, el pan rallado, el queso y la cúrcuma y trituramos hasta obtener una masa compacta y la reservamos en la nevera durante unos 10 o 15 minutos.
Preparamos una bandeja de horno con papel de hornear y precalentamos el horno a 200ºC con calor arriba y abajo.
Con la ayuda de dos cucharas vamos formando montoncitos de masa sobre una bandeja de horno forrada con papel sulfurizado.
Para mí esta manera de darle forma a las croquetas es todo un arte. Recuerdo que una vez vi una película en la que una mujer las hacía y me quedé impresionada, para mí es difícil hacerlas así y que todas queden igual.
Llevamos al horno, a una altura media alta, y horneamos durante 15 o 20 minutos y ya estarán listas para comer.
Presentación:
Las colocamos sobre una bandeja o fuente de presentación y las llevamos a la mesa.
También se pueden presentar en bandejas como aperitivo decorándolas con algo verde, en este caso, un poco de eneldo.
¿Qué te parece esta receta? Es una receta que en el libro viene recomendada para los 9 meses, para que los peques vayan progresando con el desarrollo de la pinza. Con las cantidades que se indican al inicio del post, hemos hecho 21 croquetas.
Estas croquetas también se pueden hacer con diferentes quesos u otros vegetales como con coliflor. Podemos sustituir el huevo añadiendo semillas de chía en remojo.
Bon appétit!