El CRUMBLE, es una receta de origen ingles, cuyo origen parece ser que fueron las penurias y escaseces tras la Segunda Guerra Mundial. Básicamente es un postre, se hace con frutas troceadas y se cubre con una mezcla de harina y mantequilla.
A mi me recuerda a la Coca de Mollitas alicantina, por cuanto ésta se recubre con una mezcla de harina y aceite. Y además es de origen anterior.
Para la receta de hoy, hemos utilizado salmón en lugar de frutas y galletas de pan integrales en lugar de harina y así hemos conseguido un plato que acompañado de una ensalada, nos resuelve una comida.
INGREDIENTES
600 g. de salmón fresco.
Dos cebollas.
Un brick (200ml) de nata (crema de leche) para cocinar.
Eneldo picado.
Perejil.
Vinagre balsámico.
Pimienta en grano variada.
Galletas de pan integral.
Mantequilla.
Vinagre Balsámico.
Aceite de Oliva Virgen Extra.
Sal y Pimienta.
ELABORACIÓN
Si utilizamos pescado fresco, pedir al pescadero que nos separe los lomos y nos quite la piel.
Precalentar el horno a 180º C.
Picar la cebolla y rehogarla con una cucharada de aceite en una cazuela tapada, a fuego lento. Reservar.
Mezclar en un bol una cucharada de eneldo, una de perejil picados y las bolas de pimienta, añadir una cucharada de aceite y la nata (crema de leche). Salpimentar y mezclar todo. Reservar.
Cortar el salmón en dados. Reservar.
Triturar las galletas y mezclarlas en un bol con dos cucharadas de mantequilla.
En una fuente de horno, extender una ligera capa de vinagre balsámico y colocar sobre ella la cebolla rehogada, distribuyendola uniformemente.
Repartir el salmón en el recipiente y verte encima la crema de nata (crema de leche) con eneldo.
Cubrir todo con la mezcla de galletas y hornear durante veinticinco minutos.