La primera vez que fui a Londres descubrí su gastronomía. Los ingleses tienen una riqueza de platos que os sorprenderían, sí, quizás no son propios del país pero sí los que te puedes encontrar en él, ya que la mezcla de culturas es increíble.
Siempre viajo con una guía pequeña en la que se recomienda no sólo los restaurantes más típicos, también te indica algunos que no son tan típicos pero que sí son los favoritos de los lugareños. Pues uno de esos restaurantes a los que fui era hindú, el Punjab, en la zona de Covent Garden y desde ese momento soy fan de la comida india, porque la riqueza, cremosidad y potencia de sus sabores y aromas no me dejó indiferente.
Lo que está claro es que, aunque no conozcas su gastronomía, el curry es lo primero que se te viene a la mente ¿verdad? Pues eso es lo que vamos a preparar hoy, un curry de pollo.
Los ingredientes que necesitamos para cuatro personas son:
Para el marinado:
8 muslos de pollo
20 g de jengibre
5 g de cúrcuma
2 ajos
1 cucharada de aceite de oliva virgen extra
sal
Para el curry:
2 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
1 cebolla
2 hojas de laurel
2 clavos
1 cucharada de semillas de comino
1 rama de canela
3 vainas de cardamomo
1 estrella de anís
1/2 cucharadita de aros de guindilla
2 cucharadas de masala
2 tazas de tomate triturado
1/2 cucharada de azúcar
8 patatas pequeñas
1 taza de agua
1 taza de guisantes
sal
1 lima (Opcional)
Los 8 muslos se pueden cambiar por 4 pechugas de pollo.
Si no tenemos cúrcuma podemos sustituirla por 1/2 cucharada de cúrcuma molida.
Las hojas de curry son muy difíciles de encontrar, pero si las localizas te aconsejo que las utilices en esta receta, le aportará un aroma muy especial a nuestro plato. Puedes añadir 8 o 10 hojas de curry.
Los aros de guindilla se pueden sustituir por 1 chile verde.
Las 2 tazas de tomate triturado se pueden sustituir por 2 tomates maduros picados.
Preparación:
Lo primero que vamos a hacer es adobar el pollo. Es importante que la carne se impregne de aroma y sabor y, cuanto más tiempo esté marinándose, más sabor tendrá.
Lavamos y rallamos un trozo de jengibre del tamaño de un pulgar. También lo podemos pelar antes de rallarlo. Lo echamos en un recipiente con tapa. Hacemos lo mismo con un trozo de cúrcuma. Pelamos y rallamos dos dientes de ajo. Añadimos sal al gusto y una cucharada de aceite de oliva virgen extra.
Mezclamos bien, introducimos los muslos y masajeamos hasta que la carne esté totalmente impregnada de la mezcla. Reservamos en la nevera hasta que la necesitemos.
Ahora nos ponemos con el curry y para ello preparamos los ingredientes que vamos a necesitar.
Pelamos y cortamos la cebolla en rodajas finas. En una olla o cocotte calentamos el aceite, agregamos la cebolla y sofreímos hasta que estén suaves y translúcidas.
Añadimos las hojas de laurel, los clavos, el comino, el anis, el cardamomo, la canela partida por la mitad y la guindilla. Sofreímos durante 3 o 4 segundos.
A continuación, agregamos el masala y cocemos durante 10 segundos sin dejar de remover para que no se queme.
Introducimos el pollo con el marinado y doramos durante 10 minutos.
Añadimos el tomate junto con el azúcar y cocinamos 5 minutos más.
Mientras lavamos y secamos bien las patatas. Las podemos pelar y partir o utilizarlas enteras.
Añadimos las patatas, el agua y la sal y tapamos parcialmente con la tapa. Cocemos durante 25 o 30 minutos, removiendo con frecuencia.
Transcurrido este tiempo destapamos, añadimos los guisantes y cocinamos 10 minutos más o hasta que el pollo y las patatas estén listas, tiernas y las salsa espesa.
Si queremos darle un toque especial, al final de la cocción le podemos añadir un chorreoncito de zumo de lima.
Presentación:
Servimos acompañado de arroz blanco al coco y decoramos el plato con una rodaja de lima y unas hojas de perejil fresco.
¿Has probado este plato? Es una versión de la receta de Ishay Govender-Ypma. Un plato que comía desde niña y que aún hoy sigue siendo de sus favoritos. Lo solía comer con rebanadas de pan o con arroz blanco. Este plato te transporta al sur de la India.
¡Bon appétit!