No sé si a vosotros os pasa, pero a mí hay veces que si los trozos de bacalao son muy gordos se me quedan un poquito salados, me pasa porque pongo juntos trozos más gordos y un poco más finos. Esto es lo que me pasó la ultima vez, me quedaron 3 trozos de bacalao que eran muy gordos ya fritos y que estaban un poquito salados, pero me daba mucha pena tirarlos, al día siguiente sobraron 3 patatas nuevas cocidas con su piel, con esas dos cosas y dos tonterías más he preparado estas delicias de bacalao que estaban muy, pero que muy buenas.
Supongo que no he inventado nada nuevo, pero las he preparado a mi aire, vamos que no las he sacado de ningún sitio.
Para hacerlas vamos a necesitar:
3 trozos de bacalao desalado y frito (también se puede confitar o cocer en leche) unos 200 grramos.
3 patatas nuevas medianas cocidas con su piel y frías.
3 huevos tamaño L
Un diente de ajo pequeño
Un poco de perejil
3 cucharadas soperas de harina
½ sobre de levadura tipo royal.
Aceite de oliva virgen extra.
Lo primero que tenemos que hacer es quitar la piel al bacalao y picarlo con la picadora o bien con el cuchillo pero que nos quede bien fino, retirar las espinas que pueda tener.
En un bol amplio batimos los huevos (si el bacalao no está muy salado lo mejor es que pongáis un poco de sal), añadimos el ajo cortado en trocitos pequeños y el perejil.
Pelamos las patatas y las rallamos o las machacamos con un tenedor, las pasamos también al bol, añadimos el bacalao, la harina y la levadura royal, mezclamos todo bien y dejamos reposar un rato en la nevera.
Ponemos una sartén con abundante aceite a calentar, cuando esté bien caliente vamos cogiendo porciones de masa y le damos forma alargada ayudándonos de dos cucharas, dejamos que se doren por un lado antes de darles la vuelta para que se hagan por el otro.
Servimos inmediatamente. Lo mejor es freír solo la cantidad que nos vayamos a comer y reservar el resto en recipiente hermético hasta el momento de su uso, están mucho más buenas recién hechas.
Espero que las disfrutéis.