Mi vecina me había traído higos de casa de sus padres con los que hice el Salmorejo de higos y con los que me quedaron tenía en mente de hacer una deliciosa pizza.
Pero.... ¿cuál es el problema? Que a los chicos la fruta no les va mucho y los higos... pues eso, que a priori no les hizo mucha gracia el experimento, pero al final no quedó nada.
Desde que vi esta receta en el libro Recién horneado por Lorraine Pascale, tenía muchas ganas de hacerla y creo que era el momento, ya que la materia prima que tenía no podía ser mejor.
Los ingredientes para esta deliciosa pizza son:
1 masa para pizza
1 bote de puré de tomate
250 g de queso mozzarella
8 lonchas de prosciutto
5 higos
sal
pimienta negra
1 manojo de albahaca fresca
Como ya os he comentado en otras recetas de pizza, la masa la podemos hacer nosotros pero, si disponemos de una masa finísima para pizza ya preparada, que está bastante bien, ¿por qué no usarla? Yo siempre tengo alguna masa en el frigorífico lista para una visita inesperada, alguno de vosotros lo ha podido comprobar en más de una ocasión ¿verdad?
Como es lógico, cambié el prosciutto por lonchas de jamón serrano.
¿Y qué os puedo decir de los higos? Como los higos recién cogidos de la higuera no hay nada. Me transporta a mi infancia, en el huerto de casa de mis padres.
En casa siempre tengo una maceta de albahaca, lista para cualquier receta que la necesite. Y el aroma que hay siempre en la cocina es lo mejor.
Preparación:
Lo primero es preparar los ingredientes. Troceamos los higos en cuartos y reservamos. Cortamos las lonchas de jamón serrano en trozos pequeños. Hacemos lo mismo con el queso.
Precalentamos el horno a 240º C.
Colocamos la masa sobre una bandeja de horno y extendemos el puré de tomate sobre la masa, dejando un borde de unos 2,5 cm.
A continuación añadimos los trozos de queso mozzarella repartiéndolos por toda la masa. Hacemos lo mismo con el jamón y la mitad de los higos.
Rociamos con aceite de oliva virgen extra y salpimentamos.
Horneamos durante unos 15 o 20 minutos o hasta que la masa esté crujiente y dorada y el queso se haya fundido.
Presentación:
La sacamos del horno y la colocamos sobre una tabla de madera. Para terminarla, esparcimos las hojas de albahaca por toda la superficie y colocamos el resto de los higos repartiéndolos por la pizza. Por último, rociamos con un chorreoncito de aceite de oliva virgen extra.
Solo queda cortarla en porciones con la ayuda de un cortador de pizza y colocarla en el centro de la mesa para que todo el mundo pueda coger su pedacito.
¿Qué os parece? Una combinación diferente de sabores sobre una base de pizza, sencilla de preparar y está deliciosa.
También tengo que destacar los aromas que se desprenden de esta receta inundando la cocina y el comedor. Es una pena que no se pueda sentir a través de la pantalla el olor a masa recién horneada, el frescor de la albahaca y el dulzor de los higos, creo que es inigualable.
Y si la acompañamos de un refrescante Mojito Frozen aun mejor.
Bon appétit!!!