Sé que he estado unos días desaparecida, ¡pero ya estoy aquí! Necesitaba una escapadita y eso he hecho, he pasado un fin de semana por Andorra (como habréis podido ver en mi instagram )
Como os dije, la receta de hoy son unos donuts. ¡Mirad qué pinta tienen! Sólo os digo que era la primera vez que los hacía y quedan deliciosos. Si no tenéis moldes específicos para donuts, podéis hacer lo que hice yo. Para el círculo de fuera usé un vaso y para el agujero, el tapón de una botella. ¿Verdad que queda igual de bien? Pues ya sabéis, no tenéis escusa. ¡Os dejo con la receta!
Ingredientes:
300g de harina de trigo
90ml de leche
40g de mantequilla
40g de azúcar
4g de sal
1 huevo
8g de levadura seca de panadero
Elaboración:
En un recipiente ponemos la harina, el azúcar, la sal y la levadura.
Calentamos la leche durante unos segundos en el microondas hasta que se ponga tibia.
Hacemos un hueco en el medio de la mezcla de harina y agregamos en él el huevo y la mantequilla. Mezclamos bien con un utensilio de madera y, cuando esté todo integrado, amasamos con ayuda de las manos durante unos 10 minutos.
Dejamos reposar la masa en el recipiente cubierta con un film durante 1 hora para que fermente.
Pasado el tiempo, volvemos a amasarla para quitarle el gas y estiramos con ayuda ayuda de un rodillo hasta que tenga el grosor de un dedo.
Con ayuda de un cortapastas redondo o un vaso, cortamos la parte más grande del donut, y con otro cortapastas redondo más pequeño o el tapón de una botella, hacemos el hueco. Quitamos la masa restante de alrededor y seguimos estirando con el rodillo y dándole forma.
Cuando estén todos listos, los ponemos sobre papel de hornear, los cubrimos con un paño y dejamos fermentar durante 30 minutos.
Pasado el tiempo, los freímos en una sartén a fuego medio-alto con abundante aceite, dejando que se doren por ambas caras. Os aconsejo que cortéis el papel de horno como véis en la imagen y los echéis así en la sartén.
De esta manera, evitaremos que pierdan su forma. Una vez los echemos en la sartén y se despeguen del papel, lo retiramos con unas pinzas y dejamos que se vayan dorando.
Una vez se hayan dorado, los ponemos sobre papel absorbente y dejamos enfriar.
¡Mirad qué pinta tienen por dentro!
Una vez fríos, podéis decorarlos como queráis. En mi caso, con chocolate deshecho. Pero si preferís hacerlos sin chocolate, también podéis glasearlos con una mezcla de azúcar glas y un poquito de agua. ¿Mi preferido? El de chocolate blanco
Como véis, esto va a gusto del consumidor
¿Qué decís, os animaréis a probarlos? ¡Contádmelo en los comentarios!
¡Un besote!
Rocío