El dulce de zanahoria está hecho prácticamente de eso, zanahorias, por lo que no contiene gluten, ni lactosa, ni huevo, ni maíz. Y además, yo lo he preparado sin azúcar, por lo que es prácticamente apto para todos los públicos.
¿Hart@ de los típicos licuados y purés? ¡Vamos allá!
Ingredientes:
500 gr. de zanahorias peladas y troceadas
1 sobre de gelatina neutra. Si lo prefieres, puedes utilizar agar-agar.
200 ml de leche vegetal o leche sin lactosa fría.
Aromatizantes: Media cucharadita de canela en polvo, una pizca de nuez moscada y un clavo de olor pequeño. Todas son opcionales. Si no te gusta alguna, puedes quitarla.
Edulcorante: Yo he utilizado una cucharada sopera de stevia líquida. Pero tú puedes utilizar el que quieras, siempre teniendo en cuenta su poder endulzante.
Para decorar (opcional): Yogur desnatado sin lactosa.Preparación:
Pon a hervir las zanahorias en agua hasta que estén blanditas.
Mientras, hidrata la gelatina en la leche fría y reserva.
Cuando las zanahorias estén blandas (pincha con un tenedor alguna), retíralas del fuego y ponlas en un vaso grande para batirlas.
Disuelve la gelatina: Para ello, puedes calentar la leche en el microondas o al baño maría. Yo voy a usar el micro. Con un minuto es más que suficiente.
Añade las especias, el edulcorante y la leche con gelatina al vaso para batir.
Bate todos los ingredientes hasta conseguir una crema homogénea.
Reparte el resultado en cuencos o vasitos y deja enfriar en la nevera, al menos una hora.
Para decorar, mezcla en un cuenco dos yogures con ralladura de limón y espárcela encima del dulce de zanahoria.
¡Y ya está! Tenemos un dulce de zanahoria para tomar como postre, desayuno antes de ir a tomar el sol o como merienda.
¡Buen provecho!