En ocasiones una dieta demasiado estricta, ocasiona frustración al querer ver resultados cuanto antes, sin embargo, la dieta flexitariana pretende conseguir nuestros retos siendo flexible.
Beneficios de ser flexitariano
Algunos de los beneficios principales de la dieta flexitariana son:
El aumento en el consumo de frutas repercute en el estado de la piel y en tener un pelo más sano y brillante.
Se trata de una dieta muy sana que no sólo te permitirá adelgazar, sino que también reduce los niveles de colesterol y la presión arterial.
Es una dieta más flexible y fácil de incorporar, lo que hace que las personas la continúen por más tiempo y no abandonen la dieta.
Mejora las digestiones gracias al contenido de fibra ingerido. Además, elimina las toxinas del cuerpo.
¿Cómo hacer la dieta flexitariana?
La dieta sigue un modelo vegetariano pero te permite consumir un 20% de alimentos de origen animal a la semana. La ventaja de esta dieta es que se adapta a las necesidades de cada persona.
Para llevar a cabo esta dieta, recomendamos seguir las siguientes acciones:
No quitar la carne de golpe de tu dieta, ir dejándola de consumir poco a poco hasta llegar a comer dos porciones a la semana.
Elaborar una planificación de tú menú semanal, que incluya platos que puedan gustarte, como por ejemplo ensalada de pasta, o lasaña de espinacas.
Los vegetales y la fruta deben ser los protagonistas de tus platos. Busca recetas que incluyan, hortalizas como el brócoli, las acelgas, la berza, la berenjena, el calabacín, los pimientos y legumbres como las lentejas, judías y garbanzos.
Evitar los productos procesados y apostar por los productos ecológicos.
Consumir preferentemente carnes blancas antes que las rojas, puesto que el consumo excesivo de carnes rojas puede aumentar riesgos cardiovasculares y de cáncer. Opta por carnes blancas como el pollo, el pavo, el conejo. En cuanto a pescados, incorpora a tu dieta la lubina, dorada, rape, merluza o gallo.
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