Ya que ahora vivo en Alicante y, por tanto, estoy un poco más cerca de Mallorca, creo que ya era hora de preparar ensaimadas. Menuda excusa más mala me acabo de inventar para hacer esta receta, ¡jajajaja! En definitiva, para elaborar algo rico, no hace falta usar pretextos.
Un día leí en un artículo, que la ensaimada era un dulce de origen judío. No obstante, la elaboración, en la actualidad, posee manteca de cerdo y esto me chocó un poco. Pero lo cierto es que sí, es un dulce judío, o más bien un pan judío que se asemeja al brioche.
En 1492 se produce la expulsión de los judíos por mandato de los Reyes Católicos. Aquellos semitas que decidieron quedarse en la península tuvieron que convertirse. No solamente cambiando su fe al cristianismo, sino también cambiando su cocina. Así fue como se incluyó la manteca de cerdo a la receta de la ensaimada.
INGREDIENTES:
450g de harina de fuerza.
20g de levadura fresca.
180ml de agua tibia.
Un huevo.
100g de azúcar.
Una pizca de sal.
70g de manteca de cerdo (lo podéis sustituir por mantequilla).
Azúcar glass.
1º. Mezclamos todos los ingredientes en un cuenco, a excepción de la manteca de cerdo y el azúcar glass. Veréis como, poco a poco, va tomando forma y vamos consiguiendo una consistencia un poco pegajosa. A continuación, dejaremos reposar durante 10 minutos, tapando la masa con film transparente.
2º. Pasado ese tiempo, volcamos la mezcla en la encimera y empezamos a amasar de nuevo durante otros 5 minuto. En caso de tener amasadora, lo hacemos en la amasadora. Si pasado un tiempo, la mezcla sigue estando pegajosa, echad un poco más de harina para conseguir una mezcla totalmente lisa.
La técnica del amasado de las ensaimadas es atraer con las puntas de los dedos y presionar con la palma de la mano sin desgarrar.
3º. Una vez esté bien amasado habremos conseguido nuestra mezcla, a la cual le habremos dado una forma redonda. Ahora es el momento de hacer las porciones. Para ello cortaremos en cuatro trozos nuestro redondel y esos cuatro trozos, a su vez, en dos más. Así conseguiremos 8 porciones.
Una vez hechas las 8 porciones vamos a amasarlas, de nuevo, para convertir esas divisiones en pequeñas bolas. Las cuales iremos posando en un recipiente, porque las dejaremos reposar, tapadas con film transparente, otros 30 minutos más.
4º. Llegó la hora de hacer las ensaimadas. Para ello, cogeremos una de las bolas y la extenderemos en la encimera, ayudándonos de un rodillo. Debemos conseguir una especie de cuadrado muy fino. En ese momento, agregamos la manteca de cerdo, como si pintáramos el cuadrado. Después, desde un extremos del cuadrado comenzamos a enrollar la masa de la bola hasta hacer una especie de churrito. Repetiremos esta acción por cada bola.
Para agregar la manteca basta con untar nuestros dedos en ella y posarla sobre toda la masa.
5º. Una vez hechos nuestros churritos procederemos a hacer la forma de la ensaimada sobre una bandeja del horno, previamente forrada con papel. Luego dejaremos reposar la masa entre hora y media o dos, para que fermente y por último, lo meteremos al horno a 200º con calor por arriba y por abajo. Cuando estén doradas, ya tendremos listas nuestras ensaimadas, las cuales dejaremos enfriar, para después echarles por encima azúcar glass.
De esta forma ya tendremos preparadas nuestras ensaimadas, que aunque no sean cien por cien mallorquinas, sí que son bastante resultonas. Después, podéis optar por rellenarlas de lo que queráis. En ese caso, simplemente tenéis que partirlas por la mitad e introducir el relleno.