La receta de hoy es sencillísima, sin complicaciones, pero deliciosa. Ideal para preparar cualquier día, además se puede dejar lista de un día para otro, añadiendo el huevo cocido y la vinagreta a la hora de servir.
Se pueden utilizar garbanzos de bote o que hayan sobrado del cocido. Yo he usado los de bote, pero eso es a gusto del consumidor.
Ingredientes:
- 1 bote de garbanzos (400 gr.)
- 1 tomate para ensalada
- 1/2 pimiento rojo
- 1/2 pimiento verde
- 1 cebolleta pequeña
- 1 huevo cocido
- 3 latas de mejillones al natural o 1/2 kilo de mejillones frescos
- 1 manojo de perejil
- sal
- aceite de oliva
- vinagre (el que más os guste, yo uso de sidra)
Elaboración:
Cocer el huevo y dejar enfriar.
Si se usan mejillones frescos, limpiarlos, colocar en una olla 1/2 vaso de agua y un pellizco de sal. Poner a hervir y verter los mejillones, en cuanto abran las cáscaras sacarlos de la olla, separarlos de la cáscara y dejar enfriar. Si alguno no abre, desecharlo.
Abrir el bote de garbanzos, lavarlos con agua fresca y dejar escurrir bien.
Picar en daditos los pimientos, el tomate y la cebolleta.
En un cuenco amplio mezclar los garbanzos, el tomate, los pimientos, la cebolleta y los mejillones ( si son de lata bien escurridos, si son fresco, cocinado como ya expliqué). Mezclar todo bien y añadir un poco de sal.
Preparar una vinagreta con el perejil bien picado, cuatro cucharada de vinagre y seis de aceite ( estas cantidades son aproximadas, porque dependerá de vuestro gusto) verter sobre la ensalada y remover para que se impregne todo bien.
Picar el huevo y justo antes de servir espolvorear por encima de la ensalada.
¡Ya está!¡Un a ensalada diferente, divertida y muy nutritiva!
Espero que os guste.