Como tengo mi ensalada de cítricos perfecta, elaborada con endivias dátiles y nueces, casi nunca recuerdo que también puedo usar naranjas en otras ensaladas.
Suelo mezclar manzana, lombarda y queso gruyere, manzana, uva y zanahoria, melón, pepino y moras o arándanos... Pero las naranjas las tomo en zumo o de postre tal cual. Hoy he roto el círculo aprovechando que en el mercado tenemos granadas que también combinan estupendamente bien con las naranjas. No podía faltar el toque mediterráneo porque la zona donde yo vivo está llena de pinos piñoneros que cada año esparcen generosamente sus frutos por el suelo. Solo hay que ir y recogerlos con paciencia.
Más fácil de preparar imposible.
Ingredientes para cuatro personas
2 naranjas medianas
1 granada mediana
50 g de piñones
2 bolsas de brotes verdes
Vinagre de manzana
Aceite de oliva arbequina
Pimienta negra de molinillo
Una punta de cucharadita de azúcar
Sal
Una media hora antes preparad la vinagreta. La mezcla ideal es una parte de vinagre por dos de aceite*
*Es decir, si usáis 50 cl de vinagre, añadid 100 cl de aceite. Para una vinagreta más suave, se necesitan 50 cl de vinagre, para 150 cl de aceite...
- Mezclar enérgicamente el vinagre, la sal, y el azúcar hasta que ésta se disuelva por completo. Añadir el aceite y emulsionar hasta que veáis que los líquidos se integran.
- Pelar y cortar la naranja a gajos. Retirar la piel blanca que los envuelve.
- Separar los granos de las granadas que vayáis a usar.
- Tostar ligeramente los piñones en una sartén sin aceite.
Montar el plato con un buen lecho de brotes verdes y las frutas por encima. Condimentad con el aliño y un toque de pimienta negra de molinillo.