Lo maravilloso de esta ensalada es el conjunto de sabores que posee, además de sus hermosos y vivos colores. Las frutas le aportan dulzor y frescura, los rábanos son crujientes y picantes, la quinoa es un sabor prácticamente neutro, que asume el aderezo que le coloquemos; ah!!! y mi querido ajo porro o puerro o leek, dependiendo de con que nombre le conozcas, que nos aporta ese sabor a cebolla dulce.
Pero además de sus deliciosos sabores, este plato es muy saludable. Como saben, la quinoa es un pseudocereal que está considerada como una SUPER FOOD, y que nos proporciona los 9 aminoácidos esenciales, por lo que se le incluye dentro de las proteínas de origen vegetal. Así que esta ensalada es una comida realmente rica en nutrientes, fibra y vitaminas.
INGREDIENTES
zanahorias
rabanos
mango
naranja
quinoa
ajo porro (puerro, leek)
semillas de sésamo o ajonjolí
salsa de soja
jugo de limón
jengibre fresco rallado
aceite de soja
Esta vez no les coloco cantidades exactas de cada ingrediente por que es un plato muy simple en el que solo debemos combinarlos un poco a nuestro gusto y dependiendo de si la vamos a tomar como plato único o como una entrada.
Para cocinar la quinoa debemos lavarla muy bien previamente, ya que esta contiene una sustancia llamada saponina que debe ser retirada. Una vez que el agua sale clara y no hace espuma, la vamos a cocinar en agua hirviendo con sal. Yo para obtener unas tres raciones de quinoa, cocino media taza en una taza de agua durante 10 o 15 minutos hasta que esté blando y esponjado el grano. Una vez cocida se deja enfriar.
Por otro lado, se cortan rodajas de ajo porro y se saltean en una sarten ligeramente aceitada hasta que estén dorado claro. Con ayuda de un pelador de papas se rebana la zanahoria para obtener cintas. Se pelan y rebanan en láminas finas los rábanos, se cortan tiras de mango y se sacan algunos gajos de naranja.
Para emplatar la ensalada colocamos una cama de cintas de zanahoria, encima en el medio, hacemos una montaña con la ración de quinoa, vamos colocando a los lados las porciones de los demás ingredientes y por último bañamos todo con el aderezo.
Para hacer el aderezo mezclamos la soja con el jugo de limón, un poco de jengibre rallado, las semillas de sésamo y un chorrin de aceite. La proporción va a variar mucho del gusto y paladar de cada quien. A mi particularmente me gusta el aderezo bien intenso, con mucho jengibre y limón, pero la idea es ir mezclando de a poco los ingredientes hasta que cada quien consiga el sabor y la intensidad deseada.