Una sencillísima ensalada llena de sabor, vitamina y frescura. Me animé a probar esta especia mediterráneo-oriental, el zumaque o sumac, porque mi amiga María la había utilizado en varias ensaladas y me contaba que añadía un toque especial. El nombre viene del árabe hispánico ???? (summaq) y la especia, de color rojo oscuro, procede de unas bayas y se usaba en su día como acidulante, en sustitución del limón y/o el vinagre. Los romanos ya lo usaban y hoy en día se emplea en polvo seco para el pescado en Líbano y Siria; en ensaladas en Turquía e Iraq y para brochetas de carne en Irán. Incluso se utiliza como colorante rojizo para el arroz en algunos platos.
300 g de tomate. Yo prefiero rizado o de pera.
1-2 cebolletas (o 1/4 chalota)
2-3 cucharadas de zumo de granada
1/2 cucharada de aceite
1 cucharadita de lima
2 cucharadita de zumaque
Pimienta negra recién molida
Sal marina en escamas
6-8 hojitas de albahaca
6-8 hojitas de menta
6-8 hojitas de perejil
Opcional: Bolitas de mozzarella fresca.La preparación:
Primero vamos a preparar nuestro zumo de granada. Por supuesto que podéis encontrarlo en tiendas, pero no tiene punto de comparación con el que nos hacemos en casa, que no tiene azúcares añadidos y además es facilísimo de hacer.
1. Cortamos la granada por la mitad y cada mitad en gajos. Así nos será más fácil desgranarla. Batimos bien todos los granos y colamos el batido. Tiramos las sobras de las semillas y nos queda un delicioso y limpio zumo natural de granada. ¿Vale la pena para sólo 2 cucharadas? ¡Vaya que si vale la pena! El resto nos lo bebemos tal cual. Está riquísimo y nos aporta un montón de vitaminas y antioxidantes, además de ayudarnos a reducir el colesterol y a eliminar toxinas.
2. Lo siguiente para preparar nuestro aliño es mezclar el aceite, la lima, el sumac y la granada. Batimos a mano para que emulsione.
3. Pasamos al tomate. Lo lavamos y lo cortamos en rodajas o en gajos, lo que prefiramos y según el tipo de tomate que escojamos.
4. Cortamos también fino la cebolleta.
5. Distribuimos en una fuente, espolvoreamos con la cebolleta y salpimentamos.
6. Rociamos el tomate con nuestro aliño y terminamos decorando con nuestras hojitas de albahaca, menta y perejil. Las hierbas aromáticas no solo aportan color y sabor, además cuidan nuestro aparato digestivo y aportan nutrientes.
* Si nos apetece, podemos añadir unas bolitas de queso mozzarella y habremos reinventado nuestra versión oriental de la ensalada caprese.
¡Buen provecho!
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Bergua*