Puede que no sea una de las recetas más vanguardistas del mundo. No obstante, es una elaboración que nos encanta a todos y que está presente en nuestros queridos bares, a los cuales veremos pronto. Porque en Azúcar y Orégano nos gustan los clásicos. ¡Viva la ensaladilla rusa!
Con respecto al origen de este mítico plato hay multitud de teorías. Incluso algunos afirman que no es rusa, sino que procede de la mano de un cocinero belga que residió en el país de los Zares. Sin embargo, os dejo este interesante artículo del El Comidista, que habla sobre los posible orígenes de esta receta tan mítica en nuestro país.
Sea como fuere, lo cierto es que hay infinidad de variantes de esta elaboración y por supuesto, desde Azúcar y Orégano, os voy a mostrar mi propia versión. Porque receteras y receteros no existe una elaboración pura en la cocina, a todo le ponemos nuestro toque.
INGREDIENTES:
2 patatas.
Una zanahoria.
Una lata de atún.
Dos hojas de lechuga (*este ingrediente solo se puede usar si se consume en el día la ensaladilla rusa).
Aceitunas.
Mayonesa.
Sal.
Esta ración es para una persona y da para dos días.
1º. Ponemos las patatas y la zanahoria a cocer. Las queremos blanditas, pero que no se desmenucen. Mientras, vamos lavando y cortando la lechuga y las aceitunas, sí las aceitunas también. A mí me gusta como en cuadrados.
Es raro que una ensaladilla rusa lleve lechuga, pero en este caso se la he incluido y está bastante buena, porque se nota como que troncha en la boca y tenemos algo ahí crujiente.
2º. Una vez tengamos cocidas, escurridas y peladas las patatas y la zanahoria, llega el momento de cortarlas también en cuadraditos. Todos los ingredientes partidos los posaremos sobre una fuente y le echaremos abundante sal, para que tenga sabor.
3º. Finalmente, llega la hora de la mayonesa. Tened en cuenta que si no vais a consumir en el día la ensaladilla rusa, podéis echar un poco de aceite de oliva y cubrirla solo por arriba con mayonesa, como si fuese una capa protectora. En cambio, si lo vais a consumir en el día, debéis impregnar todo con la mayonesa.
Espero que os guste mi propia versión, la cual encima está más tuneada todavía por el tema de la cuarentena, que me está haciendo más responsable a la hora de comprar. Otra veces, si me hubiera faltado algún ingrediente, hubiera bajado a por él, pero esta vez no. Tenemos que contar con lo que hay en casa.