Por eso he pensado animarlo un poco con una salsa a base de nata (crema de leche) y azafrán que no lleva mucho trabajo ni tiempo, pero queda de lo más aparente.
Hace un tiempo vi un pescado que no conocía, el escacho. Es un pescado blanco, de roca (primo del salmonete), y como tal muy sabroso y espinoso. Ya de por sí no necesita mucho aderezo, ya que su carne firme guarda todo el sabor del mar; normalmente se toma en caldeirada, un guiso gallego con patatas, pimiento y cebolla. Yo pensé en animarle con esta salsa tan rica y no me equivoqué :P
Si no encuentras escacho, lo puedes hacer con rape o rodajas de merluza, que seguro reviven al calor del azafrán. Yo, que no soy gran fan de la merluza, te lo aseguro.
Ingredientes para 2 personas:
- Dos lomos de escacho, lo más limpio de espinas que puedas
- Dos patatas medianas
- Media cebolla
- Dos cucharadas de aceite de oliva suave
- 1 brick pequeño de nata (crema de leche) ligera (200ml)
- 3 o 4 hebras de azafrán (y un par más para decorar, si quieres)
- 2 dientes de ajo
- 1 hoja de laurel
- sal
- abundante agua para cocer
Pela las patatas y corta en rodajas gruesas, como de un dedo. Disponlas en el fondo de una cacerola junto con los dientes de ajo, laurel y la sal, y cuece aproximadamente 15 minutos, según lo que la patata se deje querer: tienen que estar cocidas pero un punto enteras. En ese momento, incorpora los lomos de pescado previamente salpimentados y deja cociendo cinco minutos más a fuego lento, lo justo para que las patatas se terminen de hacer y el pescado se cocine. Reserva en la olla.
Mientras cuecen las patatas, sofríe la cebolla bien picada en el aceite hasta que esté dorada.
Machaca en un mortero las hebras de azafrán e incorpora un par de cucharones del agua de cocer las patatas y el pescado para recoger bien el contenido del mortero. Añade al sofrito y reduce a fuego lento hasta que apenas quede agua.
En ese momento, incorpora el brick de nata (crema de leche) y deja que espese, como en 10 minutos a fuego medio-lento estará estupendo. Salpimenta y, si no quieres encontrarte la cebolla, tritura.
Para montar el plato, coloca las rodajas de patata escalonadas y el lomo de escacho al lado, con la piel hacia el plato. Napa con la salsa y decora con un par de hebras.