Uno de los productos más típicos de Asturias es el queso de Cabrales. Es un queso azul con un sabor muy intenso.
Cada vez que lo veo no puedo evitar acordarme de mi amiga Paqui y de aquella ocasión en la que Sally, la preciosa rottweiler de su hermano, se comió uno entero de una sentada. Ya os podéis imaginar la indigestión que cogió la perra y el cabreo de su dueño.
Y también me acuerdo de aquellas cenas en "El Nogal" con sus (baratas) patatas a las 3 salsas. El plato ideal para las maltrechas economías de los estudiantes.
No es uno de mis quesos favoritos pero si se trata de hacer una salsa con él me puedo poner las botas.
INGREDIENTES (para 4 personas):
Carne: 4 filetes finos (de ternera o de cerdo).
Harina.
Huevo.
Nata (crema de leche) 35% M.G: 200 mililitros.
Queso de Cabrales: 75 gramos.
Aceite de oliva virgen extra.
ELABORACIÓN:
En un cazo ponemos a calentar la nata (crema de leche). Añadimos el queso troceado. Dejamos que la nata (crema de leche) rompa a hervir y removemos para que el queso se vaya fundiendo. Según como nos guste la salsa de líquida o espesa tendremos que dejarla más o menos tiempo al fuego.
En una sartén ponemos a calentar el aceite de oliva. Cortamos los filetes en trozos y los pasamos por harina y huevo. Los freímos hasta que estén dorados.
Servimos la carne en el plato poniendo por encima la salsa de Cabrales.