Mirad que tiernos. Parecen dormidos sobre una cama, bien arropados, envueltos con una mantita de jamón cocido y por encima un cubrecamas de salsa bechamel ligera. Y por si todavía tuviesen frío, unos minutitos en el horno acaban con sus temblores. Están para comérselos. Hacer este plato de espárragos con jamón cocido es lo más sencillo del mundo. Podíamos haber utilizado espárragos de lata, pero ahora que estamos en plena temporada sería un error no aprovechar éstos, totalmente naturales, que nos han mandado unos amigos desde Cadreita, Navarra, y que tienen una calidad extraordinaria. Sólo hay que verlos. Da pena despertarlos.
RECETA
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INGREDIENTES
2 ó 3 espárragos por persona (pueden ser frescos o de bote).
1 loncha de jamón de York por cada espárrago.
Bechamel clarita.
Parmesano.
Sal.
Azúcar.
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PREPARACIÓN
Poner una olla al fuego con abundante agua. Pelar los espárragos con un pelador, respetando las puntas y cortando la base leñosa.
Cuando el agua empiece a hervir, añadir la sal y una cucharada sopera de azúcar para evitar el amargor. Cocerlos hasta que estén tiernos. Ésto dependerá de su grosor.
Sacar y dejar escurrir bien.
Envolver cada espárrago con una loncha de jamón de York y colocar en una fuente para el horno.
Poner un poco de bechamel por encima y cubrir con Parmesano rallado.
Gratinar unos minutos en el horno.
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CONSEJO
El éxito de este plato tan sencillo radica en escurrir bien los espárragos para que no suelten agua. Para ello se ponen sobre 3 ó 4 hojas de papel de cocina y se cubren con otras tantas hojas. Conviene cambiar el papel varias veces.