Buenas, es domingo, y cómo ya os comenté los domingos los reservo para las recetas con Thermomix, que la verdad cada día me enamora más.
La receta de hoy es de esas que empiezas a hacer sin ninguna previsión, y sale algo fantástico os lo puedo asegurar.
Quizás con estos calores aún no apetece mucho, pero en cuanto empiece el fresquito os va a sentar estupendamente.
Vamos a por ella.
INGREDIENTES:
100 gr de cebolla.
100 gr de pimiento rojo.
50 gr de pimiento verde.
100 gr de zanahorias.
50 gr de aceite de oliva virgen.
400 gr de pollo para estofar (en mi caso utilicé blanqueta que era lo que tenía a mano).
500 gr de patatas.
1 hoja de laurel.
300 gr de caldo de pollo.
100 gr de vino blanco para cocinar.
Sal al gusto.
1/2 cucharadita de pimentón.
Una pizca de nuez moscada.ELABORACIÓN:
Pelamos y partimos a groso modo la cebolla, los pimientos y las zanahorias y las ponemos en la cubeta.
Añadimos el aceite.
Trituramos 5 segundos a velocidad 7.
Sofreímos 12 minutos temperatura 120º Velocidad 1 y giro a la izquierda.
Añadimos el pollo y lo pondremos 4 minutos, a 100º Velocidad 1 y giro a la izquierda.
Añadimos 100 gr de vino blanco, pondremos 10 minutos 100º velocidad 1 y giro a la izquierda.
Añadiremos las patatas, peladas y el corte es chascado (introducimos el cuchillo en la patata, hacemos palanca y vamos partiendo los trozos) de esta forma conseguiremos que durante el guiso suelten almidón y espese el guiso. Ponemos 3 minutos, a 100º velocidad cuchara y giro a la izquierda.
Añadimos el caldo, la sal, el pimentón, la nuez moscada y la hoja de laurel. Lo tendremos 25 minutos, 100º velocidad de cuchara y giro a la izquierda.
Una advertencia, con los 25 minutos la patata os saldrá deshecha (a nosotros nos gusta comerla así), si queréis que salga más entera reducir el tiempo a 20 minutos.
Sólo hay que dejar que se enfríe un poquito y listos.
Está tan rico.
Espero que os haya gustado, si queréis saber un poquito más de mis aventuras y desventuras me podéis seguir a través de las redes sociales.
Un beso enorme a todas/os.
Fuente: este post proviene de Cocina de una bancaria estresada, donde puedes consultar el contenido original.
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