Este guiso es uno de los platos de cuchara muy fáciles de preparar y que quedan deliciosos, que estoy segura de que si lo cocináis en casa tendréis un éxito asegurado.
Aquí os dejamos esta receta de estofado de pulpitos con patatas y alcachofas, pero si estáis interesados en saber más sobre los estofados que podéis cocinar, en nuestro apartado de guisos, conseguiréis muchas ideas para preparar estafados distintos, tradicionales u originales.
Ingredientes (4 personas)
1 kilo de pulpitos congelados
3 patatas grandes
4 alcachofas
1/2 cebolla
1 diente de ajo
1 pimiento verde
200 gr de tomate triturado al natural
Perejil
Pimentón al gusto
1 litro de caldo de pescado caliente
Sal
Aceite de oliva
Preparación
El día antes, para preparar esta receta, descongelaremos los pulpitos en una bandeja con rejilla.
Lavaremos los pulpitos y los secaremos con papel absorbente.
Pondremos una cazuela al fuego, con un chorrito de aceite y cuando esté caliente, añadiremos los pulpitos y los dejaremos hasta que se hayan reducido un poco y hayan soltado su agua, los retiraremos con su caldo y los reservaremos.
Mientras tengamos los pulpitos en la cazuela, iremos preparando las alcachofas, las lavaremos, las trocearemos, desechando el tallo, las puntas y las hojas más duras.
Pondremos un poco más de aceite a la cazuela y añadiremos las alcachofas y dejaremos que se vayan dorando por ambos lados. Cuando estén hechas, las retiraremos y las reservaremos.
En la misma cazuela, agregaremos el pimiento, previamente lavado y picado en trocitos pequeños, desechando el tallo y las semillas y dejaremos que se vaya pochando.
Incorporaremos la cebolla y el ajo, previamente rallados, removeremos y dejaremos que se terminen de pochar juntos.
Agregaremos el pimentón, removeremos en seguida y añadiremos el tomate y la sal al gusto. Dejaremos que se termine de hacer el sofrito.
Incorporaremos las patatas, previamente peladas, lavadas y chascadas, los pulpitos con su caldo y las alcachofas.
Añadiremos el caldo de pescado y el perejil picado, dejaremos cocer a fuego medio, hasta que las patatas estén tiernas (esto tardará aproximadamente 20-25 minutos, dependiendo del tamaño de las patatas).
En este momento, probaremos su sabor y en caso, que sea necesario, rectificaremos el punto de sal; o bien, añadiremos un poco más de caldo o agua.
Podéis dejarlo preparado de un día para otro, así su sabor se hará más intenso y quedará mucho más gustoso.
Fuente: este post proviene de La maleta de Maggie, donde puedes consultar el contenido original.
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