Lo bueno es que podemos hacer la masa hoy, hacerles la forma y congelarlas así sin mas. Luego cuando queramos comerlas, solo las tenemos que sacar la noche anterior, pintarlas con huevo (si se quiere) y meterlas en el horno. Y un olorcito a bollería recién hecha inundara vuestra casa que seréis la envidia de todo el vecindario.
Ingredientes:
Para el empaste:
200 gr. harina
400 gr. mantequilla
Amasado:
1 kg harina
6 huevos
140 gr. azúcar
20 gr. sal fina
200 ml. leche
30 gr. levadura fresca
4 gr. aroma (opcional)
Elaboración:
Empaste:
Incorporamos la harina a la mantequilla hasta dejar una masa homogénea, estiramos un rectángulo con un rodillo de 5 centímetros de espesor. Reservamos en la nevera.
Amasado:
En un bol amplio ponemos la harina, el azúcar y la sal, hacemos un hueco en medio y ponemos los huevos.
En un recipiente disolvemos la levadura en la leche tibia y el aroma si se pusiera.
Incorporamos poco a poco la mezcla de la leche tibia a la harina y vamos amasando hasta obtener una masa suave y sin grumos. Dejamos reposar media hora.
Estiramos la masa a 1 centímetro de espesor y en rectángulo y en medio ponemos el empaste que tenemos en la nevera de mantequilla y harina. Cubrimos este con los dos extremos, como si fueran dos solapas. Dejamos reposar en la nevera media hora.
Estiramos nuevamente un rectángulo de 1 centímetro de espesor volvemos a doblar en tres. Dejamos reposar media hora en la nevera.
Volvemos a repetir la operación un a vez mas.
Estiramos la masa a unos 4 milímetros de espesor y cortamos triángulos con una base de 10 centímetros por 15 centímetros de altura. Tomamos los dos extremos de la base y enrollamos sobre si mismos.
Dejamos leudar al doble (tardaran varias horas), pintamos con huevo y horneamos a 170ºC por espacio de unos 15 minutos.