La semana pasada estrené la sección de Trotamundos en el blog y me di cuenta de que la sección de recetas latinoamericanas era la más pequeña así que me he puesto manos a la obra para rellenarla y por eso me decanté por las fajitas. Son un plato mexicano que a mí me encantan. Uno de mis favoritos, sin duda... Bueno, junto a los nachos.
Y el guacamole.
Y los tacos.
Y los burritos.
Y la tarta mágica...
Mejor no sigo, que no acabo.
Bueno, es una de mis recetas favoritas. Me he decantado por las de pollo porque creo que son las más fáciles, rápidas y "accesibles" de hacer. Creo que es una receta sencilla que todos podemos hacer en casa porque no necesitamos grandes ingredientes para hacerlos y que queden deliciosas.
Lo que igual no os atrevéis es hacer las tortillas, a pesar de que la receta es muy fácil y rápida. Yo os animo a probarla porque no tiene nada que ver servir unas fajitas 100% hechas en casa que las hechas con tortillas compradas (y eso que están deliciosas también con ellas, pero no es lo mismo). Ahora os dejo ya con la receta, para que la probéis este fin de semana... ¡O esta misma noche!
Fajitas de pollo
Dificultad: Fácil
Raciones: 8 fajitas
Etiqueta: Carne, Fácil
Trotamundos: Latinoamérica
Para las tortillas
200 gr de harina
40 ml de aceite de oliva
120 ml de agua tibia
Una pizca de sal
Una pizca de levadura
Para el relleno
220 gr de pechugas de pollo
Un pimiento rojo
Un pimiento verde
Un pimiento amarillo
Un diente de ajo
Media cebolla
Salsa de tomate
Unas gotas de chile
Una pizca de pimienta
Una pizca de sal
- Para hacer el relleno, cortamos la cebolla y los pimientos en juliana. Reservamos.
- Picamos el ajo. Reservamos.
- Cortamos las pechugas de pollo en tiras. Reservamos.
- Calentamos un chorrito de aceite de oliva en una sartén amplia a fuego medio alto y añadimos la cebolla y los pimientos en juliana.
- Cuando empiecen a estar tiernos, añadimos los dientes de ajo.
- Cuando empiecen a dorarse, añadimos las pechugas de pollo.
- Añadimos la piza de sal y pimienta y revolvemos bien. Salteamos bien hasta que veamos que se empiezan a dorar.
- Añadimos la salsa de tomate al gusto y bajamos el fuego. Añadimos además el chile líquido a gusto. Yo tengo uno que me trajeron de Honduras y con unas gotitas vale.
- Freímos durante cinco-seis minutos a fuego bajo-medio. Reservamos.
- Ahora haremos las tortillas mezclamos la harina con la sal y la levadura en un bol.
- Añadimos el aceite y mezclamos bien, hasta que se formen unas migas.
- Añadimos el agua tibia poco a poco. Lo mejor es echarla poco a poco para poder ver cómo la va absorbiendo la harina. Debe quedar una masa manejable y un pelín pegajosa.
- Dividimos la masa en 8-10 partes iguales, podemos pesarlas si queremos. Yo he hecho bolas, intentando que queden perfectas. Las dejamos reposar 30 minutos cubiertas con papel film.
- Ponemos una bola entre dos papeles de horno y las aplastamos con una fuente pesada hasta conseguir una tortilla fina, del tamaño de nuestra sartén, como máximo. Tiene que ser fina, no muy gorda. Intentamos que quede redonda.
- Calentamos la sartén, importante no añadirle aceite ni nada. Solamente tenemos que calentarla. Añadimos la tortilla.
- En el momento en el que veamos que se hincha, le damos la vuelta, veréis que no se queda pegada.
- Retiramos la tortilla en el momento en el que la veamos hecha por completo. Repetimos con el resto de las bolas.
- Rellenamos las fajitas con el relleno.
- Servimos en caliente.
¡A disfrutar!
- Las tortillas hay que comerlas cuanto antes, si no, se quedan secas y se endurecen.
- Si no tenéis chile en salsa, podéis usar cayenas. Las añadís antes de la cebolla y los pimientos y las retiráis en el momento de echar el tomate.