Para esta ocasión hemos pensado en darle una vuelta al tradicional potaje de vigilia del Viernes Santo para que sea más apetecible para los niños.
Como curiosidad, comentaros que potaje viene de la palabra francesa potage, que significa sopa.
Ya sabemos que a los niños no les gustan mucho los platos de cuchara, de hecho, yo de niña me sentía rara y diferente por gustarme el estofado, el potaje, las lentejas,... que mi madre preparaba. Así que hemos pensado que de esta forma los más pequeños de la casa no podrán decir que no y además nos podrán ayudar a hacerlo.
Eso sí, quitando el bacalao porque lo hemos puesto en los buñuelos de bacalao que hemos decidido poner como entrante en nuestro menú de Semana Santa.
Los ingredientes para seis personas son:
Para la masa:
250 g de garbanzos
1 cebolla
2 ajos
1 pimiento
1 tomate
125 g de espinacas
1 cucharadita de harina
1 cucharadita de sal
1 cucharada de levadura
1 cucharada de zumo de limón
2 cucharadas de perejil fresco
pimienta
Para freír:
aceite de girasol
harina
La harina que vamos a utilizar va a ser de maíz.
Preparación:
Lo primero que tenemos que tener en cuenta es poner los garbanzos en agua 24 horas antes y tener cuidado de que se mantengan cubiertos por ella, es decir, que no se queden secos.
Picamos la cebolla y el pimiento y reservamos.
Ahora picamos el tomate y el ajo. Reservamos.
Y por último, picamos las espinacas y reservamos.
En una sartén con aceite sofreímos la cebolla y cuando se ponga transparente le añadimos el ajo y el pimiento y seguimos cocinando.
Añadimos el tomate y cocinamos hasta que quede como una salsa. A continuación agregamos las espinacas y terminamos de hacer el preparado de verduras.
Ahora los más pequeños nos pueden ayudar a exprimir el limón.
Escurrimos los garbanzos con ayuda de un colador grande y los secamos con un trapo de cocina limpio. Los echamos en el vaso del robot y los batimos junto con el perejil.
Dejamos de batir cuando la textura sea granulada como la de el cuscús.
Añadimos la harina, la sal, la levadura, el zumo de limón y el sofrito o preparado de verduras y volvemos a batir hasta que quede todo bien integrado.
Con la masa vamos a ir haciendo pequeñas bolas.
En el caso de que la masa esté excesivamente húmeda, la pasaremos por harina antes de freír, para que no se nos abran las bolas.
Y ahora ya sólo queda freírlas.
Presentación:
Las vamos a colocar en una bandeja o plato llano grande que pondremos en el centro de la mesa.
El mejor acompañamiento, una ensalada como esta.
También se puede acompañar al falafel con una salsa de yogur o con hummus, ya sea hummus de zanahoria o hummus de berenjena.
Bon appétit!!!