INGREDIENTES
Para el flan:
8 huevos
550 gr de leche condensada
150 ml de leche evaporada
450 gr de nata (crema de leche) líquida para montar
170 gr de queso crema
300 gr de azúcar blanca granulada
Para el caramelo:
150 gr de azúcar blanca granulada
50 ml de agua
Para el relleno:
150 gr de fresas naturales
ELABORACIÓN
Se preparan y pesan todos los ingredientes y se van echando en el vaso de la Thermomix en este orden: huevos, azúcar, leche condensada, leche evaporada, nata (crema de leche) líquida y queso crema.
Se programa 40 velocidad 4 y sin temperatura.
Una vez batido se reserva unos minutos hasta preparar el caramelo.
Se coloca un cazo al fuego y se pone el azúcar y el agua sin mover excepto cuando veamos que está hirviendo se levanta el cazo y se dan vueltas hasta que veamos el color que más se asemeje a nuestro gusto, no dejar oscurecer mucho porque sino el caramelo se volverá amargo.
Se vuelca todo el contenido del cazo en el molde y este lo vamos moviendo con las manos hasta que el caramelo quede impregnado por todo alrededor.
Vertemos el contenido del vaso de la Thermomix en el molde y como ya tendremos las fresas pesadas y cortadas las añadimos a la mezcla del flan.
Entre un paso y otro habremos puesto a precalentar el horno, arriba, abajo y ventilador si lo hay. A 180º, el tiempo lo programaremos después cuando el horno haya alcanzado los 180º.
Colocamos una bandeja con agua suficiente para alcanzar al menos un tercio del molde cuando meta en ella.
Una vez ya calentado todo se tapa el molde y se introduce dentro de la bandeja para que el flan se haga al baño María.
Programaremos el tiempo en 50. A mí me salió en su punto con esta temperatura y tiempo.
Se saca del horno, con cuidado de no quemarnos, se coloca sobre una bandeja y se abre para que no sude más.
Se pincha con una brocheta y así nos aseguramos que ya está el flan cocido.
Lo tapamos con un papel de cocina para que no caiga nada que esté revoloteando y dejamos enfriar totalmente, una hora más o menos.
Quitamos el papel, colocamos de nuevo la tapadera del molde y ponemos en el frigorífico al menos 12 horas.
Colocamos un plato o fuente en el lugar de la tapadera y volteamos. Debe de salir enseguida, si no ocurriera volvemos a la postura inicial y damos un golpecito o dos al molde sobre un paño colocado en la encimera, pero seguro que no tendréis este problema. Aquí podéis ver cómo salió el mío con solo darle la vuelta.
De verdad que está delicioso. A los golosos como yo os va a encantar. A pesar de lo dulce no es abusivo y tiene una textura finísima. A los menos golosos podéis ponerle menos azúcar o sustituirla por edulcorante. espero que os guste.