Hace unos días tuve la suerte de recibir unas botellas de aceite de oliva virgen extra Amarga y pica, si no la conocéis, desde aquí os animo a probarla. Tiene un color verde lima intenso, que le confiere un atractivo visual, cuando lo pruebas, la sensación de paso en boca es suave pero con mucho cuerpo, con un tono picante que al cabo de unos segundos se transforma en algo sofisticado y nada punzante.
Procedente de la variedad de aceituna picual, crece en los olivares de los Montes Orientales de Granada, y se recolecta tempranamente, justo cuando el fruto empieza a madurar, como se hacía antaño, esto hace de Amarga y pica un aceite virgen extra de calidad superior, una explosión de sabor solo apta para paladares exigentes y atrevidos.
Desde el primer el momento que tuve en mis manos las botellas de Amarga y pica pensé en ésta fougasse, que había visto a mi querido amigo Luis de My european cakes, se lo comenté y como siempre estuvo de lo mas cariñoso y dispuesto a ayudarme con todas las dudas que pudiera tener. Gracias Luis!!!
Ingredientes:
330 g. Harina de semifuerza o fuerza baja
90 g. Puré de patatas (sin nada de agua de cocción)
5 g. Sal fina
5 g. Azúcar
15 g. Levadura fresca de panadero
200 g. Agua fría
5 Cucharadas soperas aceite oliva virgen extra Amarga y pica
Queso de cabra
5 Hojas de albahaca fresca
1 Diente de ajo grande
Calabacín
Tomates cherry
Piñones
Elaboración:
Preparamos un puré de patatas, en mi caso las he hecho en el varoma de la Thermomix, pero si no tenemos las cocemos hasta que estén tiernas y las trituramos sin nada de agua y reservamos. Mientras infusionamos el aceite Amarga y pica, para ello trituramos la albahaca y el ajo en la Thermomíx 2 o 3 s/ velocidad 4, sino tenéis en cualquier otro robot. Agregamos el aceite y dejamos reposar. Lavamos el calabacín y sin pelar, cortamos en bastones regulares, reservamos.
Para preparar la masa, ponemos la harina, el puré, la sal y el agua en una robot y amasamos un par de minutos a velocidad media/baja hasta integrar. Dejamos reposar 20 o 30 minutos, para que empiece a formarse el gluten.
Pasado éste tiempo, agregamos la levadura desmenuzada y el azúcar y volvemos a amasar unos 8 minutos a velocidad media. La masa tendrá una textura pegajosa, pero está bien. Volcamos sobre un bol previamente engrasado con un poco de aceite y con las yemas de los dedos, también engrasadas damos tensión a la masa, metiendo la parte exterior hacia el centro (cuatro lados). Cubrimos con film de plástico y dejamos fermentar alrededor de una hora o hasta que duplique su tamaño.
Una vez fermentada la masa, volcamos sobre una bandeja con papel de hornear, y con las yemas de los dedos aceitados con el Amarga y pica aromatizado con la albahaca y el ajo, la extendemos, le damos forma ovalada y realizamos pequeños huecos. El grosor de la masa debe ser de medio centímetro de grosor.
Extendemos sobre la masa los tomates cherry, los calabacines, el queso de cabra y los piñones teniendo cuidado de adherirlos bien para que no se caigan y pincelamos generosamente con el aceite. Dejamos reposar la masa 20 minutos para relajar el glutén, así se realizará una segunda fermentación ligera.
Luis, tiene en su blog un paso a paso genial, que os aclarará cualquier duda que podáis tener.
Precalentamos el horno a 220º y colocamos una bandeja con agua para generar humedad. Horneamos unos 20 o 25 minutos o hasta que empiece a dorar, pincelando con el aceite si vemos que no está bien impregnado. Servir caliente.
¡Os animo a preparar ésta fougasse, es delicada tanto de sabor como de textura, jugosa y admite tantas posibilidades como imaginéis!