La fougasse es un tipo de pan que se asocia con la Provenza aunque se elabora en otras regiones francesas. Normalmente tienen ingredientes incorporados a la masa o añadidos al final de la cocción.
Pero, ¿sabías que su origen es romano? Pues el panis focacius era un pan cocido en las cenizas de los hogares y dio lugar a una diversidad de panes como la foccacia en Italia, la hogaza en España... o la fougasse en Francia.
Los ingredientes que necesitamos son los siguientes:
Para la masa:
500 g de harina de fuerza
2 cucharaditas de levadura seca
2 cucharaditas de sal
1 cucharadita de azúcar
350 ml de agua
50 g de tomatitos
1 cucharada de orégano
1 diente de ajo (Opcional)
Para la cobertura:
2 cucharadas de leche
Podemos sustituir 100 g de harina de fuerza por la misma cantidad de harina de espelta, en este caso vamos a utilizar una ecológica. La espelta es un cereal ancestral que dio origen a las distintas variedades de trigo que conocemos en la actualidad. Es nutritivo y contiene todos los aminoácidos esenciales y un gluten más digestivo que el trigo común, también es rico en fibra y aportará a nuestro pan un marcado aroma y sabor.
El agua tiene que estar tibia, cuanto más caliente esté el agua más rápido fermentará.
Como los tomatitos que vamos a utilizar son del huerto de mis padres y son muy pero que muy pequeños, algunos de tamaño inferior a un guisante, vamos a añadir 20 g más, es decir, en lugar de 50 g de tomatitos, vamos a utilizar 70 g. Si los tomates son grandes, los tenemos que cortar en taquitos pequeños, de esta manera se integrarán mejor. Los que utilicemos para decorar quedarán mejor si están cortados en rodajas.
El ajo es opcional, a mí particularmente me gusta el sabor y aroma que le aporta al pan. Yo suelo utilizar un prensa ajos, de esta manera se integrará mejor en la masa.
La leche que vamos a utilizar va a ser sin lactosa.
Preparación:
Una vez tengamos todos los ingredientes y utensilios que vamos a necesitar preparados, comenzamos con la elaboración, tamizando la harina e introduciéndola en un bol. A continuación, hacemos un hueco, como un volcán, introducimos la levadura, la sal, el azúcar y el agua en su interior y mezclamos bien.
Amasamos durante 10 minutos si lo hacemos a mano, sobre una superficie previamente enharinada, o durante 5 minutos si lo hacemos con una batidora eléctrica o procesador de alimentos con el accesorio gancho.
A continuación, añadimos el orégano y el ajo y amasamos durante 1 minuto más o hasta que se integren en la masa.
Espolvoreamos la superficie de trabajo con un poco de harina, así como nuestras manos, y sacamos la masa del bol, la extendemos ligeramente y agregamos la mayoría de los tomatitos, reservando unos pocos para decorar.
Doblamos la masa hasta cubrirlos y la trabajamos un minuto más.
Formamos una bola y, con la ayuda de un rodillo, la extendemos dándole forma ovalada. Con un cuchillo muy afilado hacemos unos cortes y con las manos enharinadas, separamos la masa pronunciando más los cortes. Tenemos que tener en cuenta que cuando dejemos reposar el pan, la masa duplicará su tamaño y esto hará que, quizás se cierren si no los hemos separado lo suficiente.
Pasamos nuestra masa a una bandeja de horno donde previamente hemos puesto una hoja de papel de hornear. Colocamos el resto de los tomatitos, presionando un poco para que se fijen.
Tapamos con un film que previamente hemos pintado con aceite para que no se pegue a la masa. Dejamos reposar en un lugar cálido durante 1 hora o hasta que duplique su tamaño. Un truco es dejar la bandeja cerca de un radiador o el horno a baja temperatura pero que desprenda calor.
Transcurrido el tiempo de reposo, introducimos en el horno un recipiente con agua y precalentamos a 200ºC.
Le quitamos el film a la fougasse, la pintamos con leche empleando un pincel y espolvoreamos un poco de harina por encima.
La llevamos al horno y horneamos durante 35 minutos o hasta que el pan haya crecido lo suficiente y su corteza haya adquirido el tono dorado o tostado que deseemos.
El aroma que desprende el horno mientras la fougasse se están haciendo es impresionante.
Presentación:
Ponemos un paño sobre una bandeja, colocamos la fougasse y lo llevamos a la mesa.
También lo podemos servir sobre una tabla de cortar pan.
¿Qué os parece? Está espectacular, tenéis que probarlo, su aroma y sabor son increíbles.
Bon appétit!