Ya tenía una receta de fougasse publicada, pero aquella vez me salió un tanto rústica y quería volver a prepararla. Por lo que, cuando, desde Bake the world, propusieron para el mes de marzo este pan, no dudé en volver a hacerlo. Y han sido dos veces, en días seguidos, las que la he hecho, ya que el del primer día no me convencía en cuanto a forma. La forma es la que da mayor dificultad a este pan, un pan francés, que muchas veces se presenta en forma de espiga, aunque otras se presenta también rectangulares o alargadas. Entre las sugerencias que nos dieron las chicas de Bake the world se incluía la receta de Carlos Dube, en su Mercado Calabajío, un pan fougasse que en su día me encandiló y por lo que me tiré de cabeza a su receta, que a su vez es del libro Pan de Webos Fritos.
INGREDIENTES (para las dos de la foto):
400 gr. de harina de fuerza
250 gr. de agua
8 gr. de sal
8 gr. de levadura fresca de panadería
PREPARACIÓN:
Mezclamos la sal con la harina en un bol, añadimos poco a poco el agua, y al final añadimos la levadura. Amasamos con las manos o con el gancho de una amasadora durante unos minutos. No necesita mucho amasado. Tapamos el bol con papel film y dejamos reposar durante una hora y media.
Pasado este tiempo sacamos sobre la encimera enharinada y extendemos, con la ayuda de un rodillo, intentando conseguir un rectángulo, el mío de 34x27. Una vez hecho cortamos en diagonal, quedando dos trozos de masa con forma de triángulo. Con cada una de ellas haremos la forma de fougasse. Con la rasqueta, con la arista recta le haremos en el centro un corte longitudinal, y con la parte redondeada de la rasqueta haremos unos pequeños cortes en los extremos. Traspasamos a un papel vegetal y abrimos los huecos para evitar que se cierre en el horneado. Es la hora de darle forma definitiva, porque ya no la tocaremos más. Tapamos con un paño y dejamos 20 minutos. Mientras precalentamos el horno a 250º con un cuenco lleno de agua dentro y una bandeja a media altura.
Pasado el tiempo, espolvoreamos la fougasse con harina e introducimos, entre dos personas, en el horno, sobre la bandeja que tendremos dentro, evitando que se mueva durante el "transporte" al horno. Sacamos el cuenco de agua y bajamos la temperatura a 230º. Horneamos durante unos 12 o 15 minutos, hasta que veamos que está dorada. Sacamos y dejamos enfriar sobre una rejilla.
Es un pan que admite ingredientes, generalmente salados, dentro del mismo, para así darle otros sabores, así que una vez que hayáis practicado con la forma del pan podéis probándolo con nuevos sabores.
Feliz fin de semana.
Lidia.