A mí me recuerda una máscara africana o carnavalesca. En realidad la fougasse es un pan plano, crujiente, que suele tener una forma triangular y que presenta varios agujeros o incisiones, una más grande en el centro y otras más pequeñas alrededor. Es un pan típico de la Provenza al que se le añade un toque de romero, cosa que lo hace muy mediterráneo. Podría emparentarse con la focaccia italiana. Históricamente parece que tiene sus orígenes en la antigua Roma y no sería extraño que las legiones romanas en su expansión por el mundo lo hubiesen llevado al sur de Francia, la Galia de entonces. Este pan es ideal para acompañar quesos. Seguro que sorprenderá a vuestros invitados o como mínimo su forma les dará en qué pensar durante un buen rato.
RECETA
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INGREDIENTES (para 2 piezas)
500 g de harina común
10 g de levadura fresca
300 g de agua
30 g de aceite de oliva virgen extra
8 g de sal
Semillas de sésamo
Unas ramitas de romero
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PREPARACIÓN
Poner en un bol amplio la harina en forma de volcán. Hacer un hueco en el centro y echar el agua templada en el que se habrá disuelto la levadura, el aceite de oliva y la sal.
Mezclar bien todos los ingredientes con ayuda de una espátula. Cuando estén todos los ingredientes bien mezclados echar la masa sobre la superficie de trabajo ligeramente espolvoreada de harina.
Amasar la mezcla durante unos minutos, tapar con trapo y dejar reposar 20 minutos. Repetir esta operación un par de veces más.
Formar una bola con la masa y echar en un bol con tapa untado de aceite para evitar que la masa se pegue. Meter en la nevera hasta el día siguiente.
Sacar del bol y echar en la superficie de trabajo enharinada. Formar dos bolas de idéntico tamaño y estirar dándoles la forma de la fougasse.
Colocar cada una sobre una bandeja con papel de horno untado con aceite. Con ayuda de un cuchillo o cortapizzas hacer unos cortes y separar bien la masa para que en el horneado no se junten. Pulverizar con un poco de agua y poner por encima unas semillas de sésamo, romero, orégano o lo que más os guste. Tapar con film transparente untado con aceite de oliva y dejar durante una hora y media hasta que aumenten de volumen.
Calentar el horno a 220º calor arriba y abajo. En el momento de meter la fougasse al horno, bajar la temperatura a 200º y hornear durante 20 minutos cada una.
Sacar y dejar enfriar sobre una rejilla.