Buenos días, ¿qué tal ha ido la semana?
A mi esta semana se me ha hecho un poco larga y a la vez repetitiva. Encima como me han cambiado algunos horarios no sabía en que día vivía, cosa que tampoco es muy rara en estos tiempos de cuarentena.
Pero bueno, las cosas parecen que poco a poco vuelven a la normalidad, o por lo menos esa sensación parece, mañana ya abren las tiendas y nosotras volvemos al horario normal de la tienda, y yo a comer a una hora normal y espero que a no volver a cenar dos veces.
Ahora entraba a las 13 a trabajar por lo que comía a las 12 y cenaba a las 20 por lo que antes de irme a la cama ya tenía hambre de nuevo.
Las galletas que os traigo hoy se las vi hace tiempo por instagram a las chicas de y las hice el otro día que tuve que ir un momento a casa de mis abuelos ha llevarles unas cosas. Galletas para olvidar el hecho de que no nos podemos ver. Quien diría que por mi cumpleaños le decía a mi abuela que no se preocupara que ya haríamos una comida para celebrar el cumpleaños de mi abuelo el mío y mi abuelo ya ha cumplido años y aún no nos hemos podido ver. Sólo cinco minutos, ellos en el sofá y yo en la puerta sin acercarnos mucho.
Así que vamos a olvidarnos un poco de todo con estas galletas. Ya os aviso que aunque llevan sirope de agave no son dulces, a mi me gustaron, en cambio a mi hermano no demasiado, aunque es cierto que yo me acostumbrado a tomar el café sin azúcar así que tenerlo en cuenta.
Ingredientes (10 unidades gorditas)
160 g de harina
90 g de sirope de agave
60 g de bebida vegetal (yo uso de almendra sin azúcar)
50 g de aceite
30 g de cacao puro en polvo
30 g de nueces (la cantidad va a cuestión de gustos)
1 cucharadita de levadura
Precalentamos el horno a 180º.
En un bol mezclamos el sirope junto a la bebida vegetal y el aceite.
Tamizamos la harina, el cacao y la levadura y añadimos a la masa anterior.
Mezclamos lo justo para tener una masa homogénea.
Troceamos las nueces y añadimos. Integramos con la ayuda de una lengua de silicona.
Hacemos bolitas, aplastamos ligeramente y colocamos en una bandeja de horno con papel sulfurizado.
Hornamos 12-15 minutos. Cuando estén frías pasamos a una rejilla. Al sacarlas del horno estarán blanditas.
Conservamos en un recipiente hermético.
Feliz semana :)
Fuente: este post proviene de Repostería Tximeleta, donde puedes consultar el contenido original.
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