INGREDIENTES:
500 grs. Garbanzos cocidos
300 grs. Bacalao desalado
300 grs. Langostinos
1 Tomate maduro
1 Cebolla
1 Pimiento Verde
2 Dientes de Ajo
125 ml. Vino Blanco
1.200 ml. agua
Aceite de Oliva
Sal y Pimienta negra
Perejil picado
ELABORACIÓN:
Pelaremos los langostinos, guardando las cabezas y las pieles.
En una cazuela pondremos un poco de aceite de oliva y cuando esté caliente echaremos las cabezas y las pieles. Chafaremos con un tenedor las cabezas para que suelten su jugo. Añadiremos un poco de sal y removeremos. Cuando las pieles cambien de color, agregaremos el agua y dejaremos hervir el caldo durante unos 15 minutos.
Colaremos el caldo con un colador muy fino y con el palo del mortero apretaremos para que salga todo el jugo de las cabezas. Reservaremos.
Pondremos un poco de aceite de oliva en una cazuela ancha y cuando esté caliente sofreiremos la cebolla, el pimiento y los ajos que previamente hemos picado muy finos. Sofreiremos con el fuego muy bajo durante unos siete minutos.
Añadiremos el tomate rallado y removeremos todo. Tiene que cocer muy lentamente durante unos 3 minutos más, vigilando que no se queme. Hay que ir removiendo hasta que quede como una mermelada.
Echaremos el vino blanco y cuando evapore el alcohol añadiremos los garbanzos y un poco de pimienta. Daremos unas vueltas y a continuación agregaremos el caldo. Guardaremos un poco, por si no fuera necesario echarlo todo. Coceremos con la cazuela tapada y el fuego bajo durante unos 15 minutos.
A continuación echaremos los langostinos, el bacalao y el perejil picados. Si es necesario agregaremos más caldo y coceremos todo junto unos 2 minutos más, con la cazuela tapada, comprobando de sal.
Es mejor dejar reposar este plato durante una hora antes de servirlo ya que así se concentran mejor los sabores.
Os aconsejo que veáis nuestro vídeo de Garbanzos con Bacalao y Langostinos para una mejor comprensión de todo lo explicado.