El motivo de esta ausencia blogueril es, ni más ni menos, que mi madre.
La semana pasada vino a quedarse unos días conmigo, y esos días se convirtieron en casi dos semanas. Y es que ni la una ni la otra queríamos separarnos, así de tontorronas nos ponemos, porque juntas nos falta el tiempo para hacer mil cosas.
Siempre decimos que el día debería tener más de 24 horas, y cuando estoy con ella, lo noto más aún.
Nos hemos ido de compras, tomado el sol, bailado zumba en el salón, cantado karaoke en la tele, hemos ido a comer a la playa, dado largos paseos con nuestro "look sport", y por supuesto, cocinado juntas :D
Y diréis, ¿y qué tiene que ver tu madre con el blog? Pues porque cuando digo que está hecha una jovenzuela no me falta razón, y es que podría pasarse horas delante del ordenador. Creo que descubrió las Américas cuando le enseñé por primera vez a encenderlo, a mover el ratón, a navegar por internet, etc. Y ahora...tendrías que verla :)
Así que cuando yo trabajaba, ella y mi portátil eran todo uno. Y claro, yo me sentía incapaz de romper esa relación. Así que hasta que no me quedé sola otra vez, no pude hacerlo mío nuevo ;)
Para que no me pusiera celosa, me regaló este cupcake de fieltro tan mono hecho por ella :)
Así que para recompensaros por haberos tenido abandonados tanto tiempo, os traigo una recetita dulce que ya tenía ganas de probar...
GOFRES DE CHOCOLATE!!
Tengo pendientes unas cuantas recetas de mis blogs favoritos, como los deliciosos gofres del blog de Los dulces secretos de Cuca, los gofres con chips de chocolate de la estupenda Mara en su blog Más dulce que salado o los de nuestra queridísima Silvia en su blog Mi dulce tentación.
Pero el blog elegido esta vez fue Magdalenas de chocolate de Yolanda. Si lo conocéis debéis pasaros porque vale muchísimo la pena. Es uno de esos blog que guardas en favoritos hasta en el móvil para tenerlo cerca siempre.
La razón de por qué me decanté por su receta es por los ingredientes que utiliza. Al estar mi madre aquí sabía que si preparaba algún dulce debía estar hecho de la manera más sana y ligera posible, y esta receta me convenció.
El resultado son unos gofres bajos en grasa, de los que te comes uno y podrías comerte un segundo, porque apenas hinchan. No son excesivamente dulces, perfectos para los que no sean muy golosos. Y si lo sois como yo, siempre puedes acompañarlos de una bolita de helado o sirope de chocolate ;)
Ñaaaaaaaaaaaaaaaam!!!
Lo que eché de menos en estos gofres fue esa masa medio crujiente que los caracteriza. Estos os aconsejo tomarlos recién horneados, porque no son muy amigos de quedarse días en la nevera, y la masa pierde mucho al cabo de un par de días.
La guinda la puse con una nocilla casera que preparó mi madre.
Aquí va la receta!
Ingredientes:
Para 4 gofres:
4 claras de huevo (yo pasteurizadas)
100 gr. de queso fresco batido 0% grasa
1 cucharada de azúcar
100 gr. de harina de espelta
1 cucharadita de levadura
2 cucharadas de cacao en polvo Valor
Para la nocilla casera:
1 cucharada de azúcar glass ( o más, según lo golosos que seáis)
100 gr. de queso batido 0% grasa
3 cucharadas de chocolate instantáneo en polvo Valor
Elaboración:
Para prepara los gofres, precalentamos el horno a 190º. En un recipiente, batimos las claras con el azúcar hasta que tome un color blanco. Añadimos el queso y seguimos batiendo. Añadimos el cacao y la levadura sin dejar de batir, y por último la harina, procurando que no queden grumos.
Llenamos el molde de los cuatro gofres con la mezcla y horneamos 15 minutos. Cuando pase el tiempo, sacamos, desmoldamos, colocamos papel de horno en la bandeja de horno y volvemos a hornear pero por la otra cara, boca abajo, durante unos 5 minutos. Apagamos el horno, sacamos y listo.
Para preparar la nocilla casera, mezclamos las cucharadas de chocolate con el queso y batimos en un bol. Añadimos el azúcar y listo.