Ingredientes (para 2-3 personas):- 1kg de guisantes en vaina (300g de guisantes pelados)
- 1 cebolla blanca
- 100g de jamón ibérico
- 1 lata de chipirones en aceite de oliva de Espinaler
- Sal
- Aceite de oliva virgen extra
- 200ml de vino blanco
Paso a paso:
1. Empezamos retirando los guisantes de las vainas. Su peso una vez limpio se correspone a un 1/3 de lo que pesaban inicialmente en la vaina.
Cuando los compréis debéis tener en cuenta que la vaina esté gruesa, esto significa que el guisante que contiene es grande. En el caso que veáis que la vaina es muy fina, es porque su interior está muy hueco.
2. Cortamos la cebolla blanca en trocitos pequeños. Ponemos en una cazuela dos cucharadas de aceite de oliva virgen extra y sofreímos a fuego medio hasta que tome color doradito.
3. Cuando la cebolla ya esté pochadita añadimos las virutas de jamon ibérico, rehogamos sólo 1 minuto.
4. Abrimos la lata de chipirones, yo he usado Espinaler, una de mis marcas preferidas en conservas. Sus chipirones son pescados uno a uno, limpiados y enlatados en aceite de oliva, cada chipirón lleva sus patitas en el interior del cuerpo. Cortamos a rodajas 5 chipirones y dejamos uno entero para el emplatado final. Añadimos 4 de los chipirones al sofrito y rehogamos un minutillo.
5. Añadimos los guisantes e inmediatamente incorporamos el vino blanco. Subimos el fuego y dejamos que evapore y reduzca durante 5-6 minutos. El guisante es fresco, y por lo tanto muy tierno, si lo hacemos más perderemos muchas propiedas y nutrientes.
6. Servimos los guisantes calientes en un plato hondo, y sobre estos ponemos el chipirón entero y el chiprión laminado que habíamos reservado.