Bueno, una receta con ambiente moruno, cargada de sabor, aromas, texturas, y que calienta y llena un montón. La verdad es que ha salido escandalosamente bueno.
Para unos 5 zampabollos, necesitamos:
500 g de garbanzos en remojo del día anterior
1 kg de cordero, preferentemente cuello, troceado en cuartos cada vértebra
3 dientes de ajo machacados
3 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
2 cebollas cortada en brunoise
Pulpa de 2 ó 3 tomates
2 hojas de laurel
3 zanahorias peladas y en rodajas gruesas
1 cucharada de pimentón dulce
1/2 cucharada de pimentón picante
3 cucharaditas de comino
1/2 cucharadita de curry amarillo
1/2 cucharadita de cilantro en polvo
1/2 cucharadita de jengibre en polvo
Unas hojas de romero
3 hojas de laurel
1 guindillita
Sal y pimienta al gusto
Zumo de 1/2 limón
Un trocito de canela
1/2 cucharadita de alcaravea
No deja de ser un guisote, así que paciencia y fuego lento. Calentamos el aceite en un perol amplio y cuando esté caliente echamos el cordero, salpimentado previamente. Doramos levemente y retiramos. Ahora sofreímos los ajos machacados y cuando den ese maravilloso olor, añadimos las cebollas con un poco de sal para que suden.
Las dejamos a fuego medio-suave, hasta que empiecen a tomar ese color doradito fantástico y le ponemos el tomate. Rehogamos unos 3 ó 4 minutos y echamos nuevamente el cordero. Lo saltearemos todo junto por un par de minutos y añadimos las especias. Removemos y añadimos el limón. Cubrimos de agua
Cuando rompa a hervir, espumamos si lo vemos necesario y acto seguido ponemos los garbanzos. Tapamos y dejamos a fuego lento unos 90 minutos. Iremos mirando, rectificando de agua y de todas las especias, cada 1/2 hora, hasta alcanzar el sabor que andemos buscando cada uno de nosotros, el nuestro y no el mío. A los 45 minutos añadimos las zanahorias.
El plato ha de ser de cada uno que lo haga. Ha de quedar con el caldo justo, para que no esté seco, pero no caldoso. Este, será espesito por la grasa aportada por el cordero y las verduras que ya formarán parte del mismo
Y nada, que decir: Besos a todas, besos a todos, besos a……, en fin, besos, siempre muchos besos. Sed felices, al menos intentadlo. Salvo catástrofe, es más fácil de lo que parece.