Para los que no sabéis, actualmente realizo un curso de cocina vegana y raw. Recuerdo el primer día que inicié clases. Inocentemente me senté en una de las primeras mesas (fui una de las primeras en llegar, por no decir que fui la primera) y resulta, que la presentación ya fue una bomba atómica de conocimiento y de varias recetas muy llamativas, no sólo por el color y la belleza que en sí inspira la alimentación viva, sino por la calidad y sencillez de los ingredientes. Ese mismo día conocí a Consol personalmente porque virtualmente ya me era muy conocida, sigo su blog Kijimuna’s Kitchen desde hace un buen tiempo, estuve toda la clase animada y muy atenta tomando notas de todo lo que ella explicaba. ¡No imagináis lo feliz que estaba!
¡Volviendo al lío! Aquel día una de las preparaciones me llamo mucho la atención, fue tal mi curiosidad que no me resistí y solicité probarla antes de que fuese deshidratada ya que la textura, color y sabor son un mundo aparte. Estas hamburguesas las he preparado en dos ocasiones, la primera vez, recuerdo que estaba un poco nerviosa; porque cuando haces cambios en una receta que ya es perfecta, te asusta el hecho de dañar su esencia y conseguir un pésimo resultado. Pero me dije a mi misma, si no lo intentas nunca sabrás cual será el resultado.
Así que inicié la receta con un hermoso cambio, en lugar de harina de almendras como dicta la receta original he añadido trigo sarraceno. Lo he puesto en agua filtrada para dejarlo en remojo durante toda la noche para activarlo; aunque la receta no será deshidratada (porque aún no tengo deshidratador, espero tener uno muy pronto) al principio no vi la gracia en activar una semilla para luego literalmente aniquilar su potencial nutricional en la sartén con temperaturas muy elevadas, sin embargo creo que germinando el trigo obtenemos una mejor textura.
Así que, aquí comienza la receta.
Ingredientes 6 raciones
1 taza de trigo sarraceno
1/4 taza de almendras molidas
1/4 taza de semillas de chia
2 remolachas pequeñas
1 limón
Perejil
2 ajos grande
Sal
Pimienta
Directions
La noche anterior pondremos a germinar el trigo sarraceno en agua filtrada.
Escurrimos el trigo, lo lavamos muy bien. lo ponemos en el procesador de alimentos y trituramos hasta obtener una crema con grumos. Separamos en un bol y reservamos
No recomiendo dejar la mezcla demasiado fina, ya que este ingrediente le aporta consistencia a nuestra masa.
En el procesador ponemos la chia, y trituramos hasta obtener una harina muy fina y reservamos.
Quitar la piel de la remolacha, cortar a trozos pequeños y poner junto con el ajo (¡si es ecológico, no le quites la piel!), en el procesador y triturar hasta obtener trozos muy finos, no debe quedar una papilla, solo un corte muy muy fino.
Cortamos el perejil finamente con ayuda del cuchillo, lo mezclamos con el trigo sarraceno, la almendra molida, sal y pimienta al gusto. Añadiremos el resto de ingredientes con movimientos envolventes para que toda la masa quede de un color rosa y se mezclen los sabores del perejil y el ajo.
Para obtener un sabor más intenso recomiendo dejar reposar la masa durante toda la noche en el refrigerador.
A fabricar Burger’s
Ahora queda la parte más divertida. Cortamos la masa en 6 partes iguales (depende el tamaño y grosor) con ayuda de nuestras manos hacemos bolas y luego las aplanamos dando la forma típica de las hamburguesa.
Ponemos una sartén antiadherente al fuego con muy poca cantidad de aceite de oliva virgen extra (AOVE), ponemos nuestras hamburguesas y las doramos por ambos lados.
Esta receta es apta para deshidratar, si tienes uno no pierdas la oportunidad y ponlo en marcha.
¡Más allá de la receta!
Nosotros hemos elegido estas hamburguesas para una cena familiar con la idea de compartir el veganismo en familia a través de una necesidad cotidiana ¡Comer!
Espero que os guste la receta y disfrutéis de una deliciosa y jugosa hamburguesa vegana.
No olvides, que siempre estoy dispuesta a contestar cualquier duda e inquietud. ¡Conecta conmigo a través de mis redes sociales!
Hasta la próxima…