Esta receta es original de Sarah Graham y lo bueno que tiene es que se puede adaptar, por ejemplo, para los que tenemos problemas con la lactosa, cambiando la nata (crema de leche) por otra que no la tenga. Para los alérgicos a los frutos secos, cambiarlos por fruta o chocolate. Así que no hay excusa para no hacerla.
Vamos con los ingredientes:
3 tazas de nata (crema de leche) para montar
1 taza de azúcar glacé
1 puñado de nueces tostadas
3 cucharaditas de miel
1/2 cucharadita de extracto de vainilla
Antes había problemas para encontrar la nata (crema de leche) de montar sin lactosa, pero tenemos la suerte de que esto haya cambiado y ahora la podamos encontrar con facilidad en cualquier supermercado.
La miel que he utilizado es de lavanda que tanto me gusta y he utilizado en otras recetas.
La receta original es con nueces pacanas, pero las que yo he utilizado son las comunes.
Preparación:
Picamos las nueces y las ponemos en una cacerola a fuego bajo hasta que se tuesten y su aroma recorra toda la cocina.
Montamos la nata (crema de leche) hasta que haga picos firmes con ayuda de un robot de cocina.
Cuando la nata (crema de leche) esté lista, añadimos el azúcar glacé tamizada, la miel, el extracto de vainilla y las nueces y removemos con movimientos envolventes hasta que quede uniforme y todo esté bien mezclado.
Echamos la mezcla en un recipiente de horno, como por ejemplo, en el que hacemos pan, donde previamente hemos colocado una hoja de papel de horno, para que luego sea más fácil desmoldar. Este recipiente es muy útil si los vamos a servir como corte con galletas, que podemos comprar o hacer nosotros mismos.
Otra opción es ponerlo en un recipiente de cristal para luego servirlo como bolas en un cuenco.
Yo lo he echado en recipientes de cerámica pequeños para servirlo como tarrinas individuales.
Sea cual sea el recipiente elegido, lo metemos en el congelador una vez que hemos echado la mezcla en él.
Presentación:
En tarrinas, como podéis ver en la siguiente fotografía.
En un recipiente de cristal para hacer bolas de helado con ayuda de una cuchara específica para ello. Así, cada uno pondrá la cantidad que más le guste. Yo me suelo echar más que Juanlu, por ejemplo.
¿Qué os parece? Como veis es una receta muy sencilla y que se puede adaptar a todos los gustos y necesidades.
Bon appétit!!!
Fuente: este post proviene de Pequeños Accidentes, donde puedes consultar el contenido original.
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