Buenos días, ¿qué tal ha ido la semana?
Yo con un montón de trabajo, cómo se nota que ya no queda nada para los finales y para entregar el trabajo de fin de grado. Aunque siempre saco un ratito para hornear algo, por lo menos en esos momentos no pienso en los apuntes que me esperan en la mesa.
Pero aún tengo un montón de recetas pendientes para enseñaros. Como esta Key Lime Pie que hice para el día del padre.
El gato de nuestra vecina se quería comer la tarta :)
Como ya os dije en la entrada de mi la tarta de mi último cumpleaños la tarta de limón es la favorita de mi padre, no le gusta nada los postres con chocolate y yo de pequeña empeñada en hacer dulces de chocolate, con lo que ricos que están.
Ya que es raro que pueda pasar el día del padre en casa decidí hacer esta tarta que sabía que le iba a gustar seguro y mi abuelo se come tan feliz todo lo que hago, aunque haya salido un desastre de hecho creo que repitió tres veces de tarta ;)
En teoría va un merengue por encima, pero decidí no ponérselo y dejarla tal cual. La masa no está muy bien extendida, no ha quedado muy regular, pero la masa sin gluten cuesta más trabajarla. Pero para la próxima ya lo sé.
La receta de la masa es la que usé para la Tarta de Melocotón y Crumbleaunque cambiada un poco y el relleno es el que hice en un curso de Repostería Americana que hice con Alma Obregón hace ya casi un año y medio.
Ingredientes masa
160 g de harina de arroz
80 g de maizena
90 g de mantequilla pomada
75 g de azúcar
1 huevo
Ingredientes para el relleno
4 yemas
390 g de leche condensada
90 ml zumo de lima (3 limas)
Ralladura de una lima
Precalentamos el horno a 180º
Machamos la mantequilla con el azúcar.
Añadimos el huevo y amasamos hasta que se integre (yo lo hice con las manos).
Incorporamos las dos harinas y amasamos hasta que sea una masa homogenea.
Estiramos la masa con un rodillo y la extendemos en el molde que vayamos a usar previamente engrasado.
Pinchamos con un tenedor y horneamos 15-20 minutos hasta que se empiece a dorar.
Mientras preparamos el relleno
Batimos las yemas hasta que estén blanquecinas.
Incorporamos la leche condensada.
Añadimos el zumo y la ralladura. Batimos hasta que quede una masa homogénea,
Echamos el relleno en el molde y horneamos 15 minutos a 180º hasta que cuaje.
Sacamos del horno y dejamos enfriar a temperatura ambiente.
Una vez fría la metemos en la nevera por lo menos 2 horas.
Os recuerdo que me podéis seguir en Instagram, Facebook y Twitter para poder estar al día de todo lo que pasa en el blog.
Además no olvidéis suscribiros a mi newsletter, estoy preparando material exclusivo para los suscriptores.
Nos vemos mañana con el reto Reposteras por Europa :)