Septiembre es un mes que me gusta mucho: aún es verano aunque no hace tanto calor, te sientes llena de energía y te marcas nuevos propósitos, es mi cumpleaños... Sin embargo, aún hoy me ponen de mal humor los anuncios de los centros comerciales que anuncian la vuelta al cole y es que septiembre está marcado por encima de todo por la vuelta a la rutina.
Pero como dije en el post anterior, este año está siendo diferente y el optimismo y las ganas de hacer cosas se han apoderado de mí. Pienso exprimir hasta la última gota del verano que queda y esto es absolutamente compatible con ir recuperando las rutinas y seguir sonriendo.Una de esas rutinas es comer fuera de casa. Yo no almuerzo en la oficina pero a todas las personas de mi entorno que les toca hacerlo les parece un auténtico fastidio. Al final, siempre acaban mal comiendo un bocadillo o una insulsa pechuga de pollo sin gracia alguna. Mi receta de hoy pretende ayudaros un poquito en esa vuelta al cole y es perfecta para llevar al trabajo.
Esta ensalada la probé en la hamburguesería Artesana y me gustó tanto que forma parte de mi repertorio de ensaladas más recurrente. Esta vez la presenté un poco diferente en un bote de cristal porque me parece muy apetecible la idea de montar la ensalada por capas pero la presentación la dejo a gusto del consumidor porque va a estar igual de rica.
Ensalada de pasta en bote
Capa1: Pasta cocida, en este caso farfalle
Capa2: Tomate picadito
Capa3: Pechuga de pollo a la plancha cortada en cachitos
Capa4: Queso feta desmenuzado
Capa5: Lechuga aunque yo esta vez usé rúcula porque tengo excedente en el huerto
Para el aliño, aceite de oliva y abundante albahaca muy picadita. Opté por llevar el aliño separado y añadirlo en el momento de comer. Solo tenemos que remover todos los ingredientes y listo.
Las postales que se ven colgadas de la pared de mi estudio son de la ilustradora Miss Malagata. Las mandé a pedir cuando me apunté a la iniciativa Postales Viajeras: Carmen desde su blog ha montado este tenderete que tiene a más de una enganchada y entre ellas, me incluyo. Básicamente, consiste en mandarle un mail con tus datos y ella te asigna una persona a la que enviarle una postal y a su vez alguien te la envía a ti. Si me sigues en Instagram, habrás podido ver alguna de las postales que he recibido.
Es una iniciativa súper bonita que recomiendo a todo el mundo. Yo ya voy a empezar con nuevos envíos y así volver a la rutina no tiene que ser necesariamente malo ¡Feliz semana!
Fuente: este post proviene de Amor en Tokio, donde puedes consultar el contenido original.
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