Para empezar hay que hornear unas galletas con forma adecuada; oval, placa, circular, etc. Cuando las tengamos listas, prepararemos unos cuantos camafeos con gum paste con ayuda de un molde de silicona -el mío es de los baratos made in Hong Kong-.
A continación debemos cubrir la galleta con el icing de consistencia intermedia, y, sin dar tiempo a que seque, colocaremos el camafeo bien centradito y lo dejaremos secar.
Cuando el icing esté completamente seco -12 horas como mínimo- si queremos dar un aspecto envejecido a nuestras galletas podremos utilizar un punzón o aguja para resquebrajar cuidadosamente el icing -como ya hice en las galletas azulejo, vídeo tutorial aquí– y eliminaremos las virutas de glasa con un pincel limpio y seco.
Podemos destacar más las grietas aplicando polvo –pearl dust o luster dust– de color gris o negro con un pincel seco. Y para rematar nuestra obra, aplicaremos un poco de colorante en polvo dorado mezclado con vodka -yo recomiendo un tono de oro viejo- para hacer aún mas antiguas las galletas.
También podemos optar por saltarnos el paso de resquebrajar el icing, consiguiendo con ello unos camafeos algo menos antiguos.
Y no olvides ponerte guapa y preparar tu mejor sonrisa, porque la vas a usar. ¿Cómo, que es una galleta increíble? ¿Que soy una artistaza? ¿Que es tan bonita que da miedo comerla? ¿Que es una verdadera joya?
Pero bueno… qué va… si es superfácil… la he hecho en un momentoooo….
(Te lo avisé. No fallan).